>En la agenda estatal del debate puso Ney González el tema de los políticos mentirosos. Aguas, externó, con aquellos que prometerán, más que nunca hoy en víspera de campañas, la solución de todos los problemas en tres años, pero sólo quien carga el muerto sabe lo que pesa.
Ahora bien, a la opinión pública nacional se lanzó el propósito de sancionar a candidatos que incumplan promesas de campaña. Excelente idea, porque muchos incluso deberían ser penalizados hasta con cárcel, ya que al llegar al cargo son aviesos sus fines y abusan de la buena fe de los electores. Esto me hace equiparar el hecho de que en un país latinoamericano se analiza que por decreto el marido debe satisfacer sexualmente a su mujer, de lo contrario puede sufrir abandono.
La propuesta de sancionar a los mentirosos que surge de la bancada, en San Lázaro, del Partido de la Revolución Democrática señala que los candidatos a puestos de elección popular registren sus ofrecimientos de campaña ante el IFE, a fin de sancionar a los que no cumplan una vez que asuman el cargo.
Para tal efecto la iniciativa explica que el Instituto Federal Electoral haría un seguimiento de los políticos que incumplan sus promesas de campaña, de manera que se les inhabilite para ocupar cargos de elección popular por no traducir en hechos sus ofrecimientos.
Imagine cuántos políticos de Nayarit estarían en la línea de no participar más en la lucha proselitista por embusteros. Si ese ha sido el común denominador no de ahora, sino de hace muchísimo tiempo. Pero además en nuestra entidad ocurre el fenómeno, seguramente porque es una fijación ancestral, que cuando un político en campaña habla con la verdad, el colectivo rechaza al individuo bajo el argumento de que no sabe o no está bien enterado de las cosas, no sirve. Ah, pero cuando el ciudadano recibe una sarta de mentiras en el discurso, la aceptación es inmediata.
El diputado del PRD, Francisco Santos Arreola, autor de la iniciativa, dio a conocer que bastará con la denuncia de los hechos ante la autoridad electoral, entregar las pruebas de que el candidato hizo un ofrecimiento y, por lo tanto, estará obligado a cumplir o enfrentar las consecuencias.
El proyecto también establece que el candidato que gana las elecciones, para este asunto señalaremos al diputado y al presidente municipal, está obligado a registrar sus propuestas y en cada informe de gobierno debe dar cuenta de cómo las está concretando.
Esto obligaría a que los políticos cumplan con el ciudadano no únicamente irlo a ver y prometerle espejitos, y cuando llegan a los puestos públicos se olvidan. Hay algunos, el ejemplo son la mayoría de los diputados, que al arribar al cargo jamás regresan a su distrito, ni siquiera por equivocación, provocando entera insatisfacción entre sus electores. Con que cara vuelven a pedir el voto para alcanzar otro cargo de elección popular.
En caso de que la propuesta del legislador del Partido de la Revolución Democrática sea aprobada podrá exigir a quienes estén en puestos públicos que sean hombres y mujeres de palabra y que no defrauden más la confianza del ciudadano.
Muy a pesar de que Pinocho se lanzó en contra de los políticos mentirosos, el doctor Miguel Ángel Navarro Quintero deberá cumplir las promesas que hasta hoy ha hecho como precandidato a la presidencia municipal de Tepic.
Voy a dar cuenta de las más importantes: reducir en 50% el salario de todos los funcionarios del gobierno municipal, incluido el alcalde; construir el periférico norte, llevar a la periferia las vías del ferrocarril, crear en el Ayuntamiento la Secretaría de Discapacitados, que estaría dirigida por un invidente.
Otra esperanza es terminar con el deficiente servicio de agua potable en el poblado San Andrés, problema tan añejo que ya hizo crisis. Pero con base a este caso, también se echó a cuestas el compromiso de mejorar integralmente esta prestación en el municipio de Tepic. Que reciban agua todos los habitantes, es la prioridad de prioridades. Modernizar sistema de drenaje y vialidades. La obra pública sea ejecutada por empresarios locales.
Manejo del erario público con transparencia y honestidad, así como ejercer la rendición de cuentas. Como hombre de palabra deberá cumplir lo prometido en campaña. Veremos y diremos, como decía el Mago de la Hoja, Don Alberto Casillas Larios.
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