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Amante de las encuestas, el gobernador Ney González no quiso arriesgarse: Ordenó al PRI designar a Roberto Sandoval Castañeda como su candidato a Tepic porque es el mejor posicionado en los sondeos de opinión. No importó el veto magisterial y el riesgo legal por precampaña anticipada; tampoco la indisciplina, capricho y obsesión inmadura, así como las amenazas de irse al PAN. Sandoval es el único que puede enfrentar a Miguel Ángel Navarro con menos presión. Y es que la lucha por la presidencia municipal de Tepic será el principal escenario del presente proceso electoral y marcará influencia en el resto de los municipios.
Miguel Ángel Navarro Quintero, candidato de la coalición Juntos por el bien de todos (PRD-PVEM), tiene como principal fortaleza ser reconocido como el único adversario real del gobernador Ney González, por lo que es el legítimo representante del antipriismo y antineycismo entre la sociedad nayarita. Su corriente política agrupada en Juntos por Nayarit, es la mejor organizada de la oposición y sus seguidores le profesan una gran admiración casi rayando en el culto.
En 2005, de acuerdo a cifras oficiales, estuvo a tan solo 14 mil votos de ganar la gubernatura y en Tepic, apenas 2 mil votos le faltaron para igualar a su contrincante Ney González.
Pero también las debilidades de Miguel Ángel son notorias. Aunque en otro contexto, como candidato del PRI, ya perdió una vez la presidencia de Tepic en 1999. Y el desgaste de las derrotas de 2005 es grande, primero en la interna del PRI y luego contra el PRI en la elección constitucional.
Además, se ha advertido que MANQ y su primer círculo no están acostumbrados a aceptar escenarios realistas y han pecado de triunfalismo, equivocándose en la estrategia.
El respaldo de Antonio Echevarría Domínguez, es uno de los principales activos del nuevo proyecto electoral de Miguel Ángel, pero las recientes declaraciones del hijo del ex gobernador en el sentido de que no es seguro a estas alturas el apoyo incondicional, debieron de prender la alerta roja en el campamento navarrista.
Roberto Sandoval Castañeda por su parte, dedicó los casi tres años de su gestión como diputado local a promocionarse intensamente entre colonias y ejidos de Tepic. Casi no hubo festival, jaripeo o piñata a la que dejara de asistir a lo largo y ancho de la geografía del municipio.
Aunque sus adversarios lo señalan como poco ilustrado, nadie niega que Sandoval sea carismático y un excelente producto electoral. Los elementos de mercadotecnia política que ha utilizado en los últimos años, están altamente posicionados en la población, especialmente el pegajoso estribillo “za za za” que lo identifica y en los últimos meses, el logotipo que estiliza su característico e inseparable sombrero que está pegado en miles de automóviles del municipio.
Así es que, en efecto, Sandoval ha venido encabezando las encuestas. Y ahora, hay que agregarle que toda la fuerza del aparato gubernamental estará detrás del candidato del PRI, siendo el beneficiario de los efectos del rampante populismo de becas, útiles, despensas y seguros. No hay duda, Ney González personalmente coordinará su campaña.
Contra Roberto estará la animadversión de la poderosa corriente magisterial que encabeza Liberato Montenegro, que aunque disciplinada al partido, su respaldo carecerá de emoción luego de que Gerardo Montenegro primero y Pablo Montoya después, no resultaron candidatos.
Pesará también la amenaza de posibles denuncias ante las autoridades electorales por actos y acciones de campaña anticipada prohibidos por la legislación vigente.
La batalla por Tepic, también será una lucha generacional. Roberto tiene 38 años y Miguel Ángel cuenta con 57.
En la suma o resta de votos, influirán también los perfiles de los cinco candidatos a diputados por Tepic y los 11 candidatos a regidores por cada bando.
La votación que logren los otros candidatos, Ceferino Ramos del PAN, Jaime Cervantes del PT y Margarita Algarín de Convergencia-PRS, aunque menor, podría ser vital ante un cerrado resultado.
El tablado está montado, la batalla comienza.
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