Perfil Político/Las lecciones del domingo

- Jul 9, 2008

>EL RESULTADO FINAL. Más allá de la fiesta en la que vive el PRI desde el domingo por la noche cuando se confirmó su triunfo en los principales municipios de la entidad, particularmente en Tepic, Bahía de Banderas, Santiago y Xalisco, los dirigentes de ese partido harán bien en analizar paso a paso el proceso para descubrir qué fue lo que falló, porque aunque grosso modo el resultado es muy positivo para el PRI, sobre todo en tiempos de alta competencia electoral, el haber perdido 8 presidencias municipales y cuando menos dos distritos electorales es un claro indicio de que algo no se hizo bien.

 Y es que el escenario estaba para el carro completo, principalmente porque el gobernador Ney González Sánchez ha venido realizado un excelente gobierno que le ha generado enormes simpatías al PRI. Se entiende que hay zonas históricas donde el PRI de plano no entra, como en El Nayar, sin embargo el que algunos municipios como Ixtlán y el propio Nayar sean considerados como bastiones de la oposición no implica que no se haga nada para tratar de recuperar esas plazas. Por supuesto que el primer análisis arroja un saldo muy favorable para el PRI porque retiene la mayoría de los municipios importantes y la mayoría en el Congreso del Estado, pero, insisto, la meta obligadamente debía ser muy superior porque el terreno estaba muy bien abonado para el PRI. Seguramente la rebatinga por el reparto de cuotas y la imposición de los cacicazgos influyeron en malas candidaturas que hoy se están reflejando en mayores pérdidas para el PRI. Por lo tanto, el vaso se puede ver medio lleno o medio vacío, si se quiere ser optimista se puede echar las campanas al vuelo por los triunfos logrados por el PRI, pero si se es crítico hay que aceptar que hay mucho de fracaso en la jornada del domingo anterior, por lo tanto es necesario un análisis a fondo para detectar quiénes fueron los que fallaron. En Santa María del Oro, por ejemplo, se dijo al principio que la imposición que hizo Liberato Montenegro implicaría una derrota para el PRI, sin embargo ya vimos que el candidato magisterial ganó con claridad ese municipio, lo cual es contundente muestra de que Liberato no estaba equivocado.

LA CEREZA DEL PASTEL. Pero primero hablemos de lo bueno para el PRI: aunque se esperaba que la elección de Tepic estaría altamente reñida, ya vimos que Miguel Angel Navarro Quintero era un simple tigre de papel que terminó completamente desinflado, con lo cual seguramente ahora sí se olvidará de sus sueños de grandeza en Nayarit. Su soberbia le hizo ignorar las voces que le aconsejaban que la candidatura a Tepic sería su Waterloo y que en lugar de arriesgarse en esa campaña debía afianzarse como diputado plurinominal, consejo que desoyó y ya empieza a pagar las consecuencias. Y no es que Navarro Quintero fuera un mal candidato, puesto que le dio al PRD una votación histórica del 36%, su problema fue que el PRI postuló a un candidato muy taquillero, Roberto Sandoval, quien logró una votación superior al 50%, algo que en los tiempos actuales resulta muy complicado para un candidato del PRI. En cuanto al PAN, tristemente ese partido confirmó su decadencia iniciada desde hace tres años, cuando su candidato al gobierno del estado sacó un porcentaje similar al que el domingo obtuvo el candidato a la presidencia de Tepic: 5.70%. Respecto a los resultados del domingo, vale la pena recordar el escándalo mediático que armó Miguel Angel Navarro Quintero cuando denunció al periodista Antonio Rodríguez Tello por haber publicado el 24 de junio una encuesta en donde Roberto Sandoval le sacaba una ventaja de 24.98 puntos, resultado que al perredista le pareció exagerado y por lo tanto falso. La jornada del domingo demostró que en efecto el ganador fue Roberto Sandoval, con una ventaja de 16.09 puntos. Ojalá que ahora Navarro Quintero asuma una postura humilde y retire su denuncia, porque la encuesta de Saba Consultores, aunque resultó algo imprecisa, al final coincidió con el resultado oficial.

LA BAHIA TRICOLOR. Lo dijimos desde el inicio de la contienda: el PAN perdió Bahía de Banderas desde el momento en que decidió imponer como su candidato a Ramón Saldaña a pesar de que el candidato legítimo era Rafael Cervantes Padilla. Germán Martínez, presidente nacional del PAN, se fue de bruces al creerse el cuento de que Ramón Saldaña era un candidato muy taquillero, porque aunque ayudó a colocar al PAN de nuevo en el escenario político, al final su popularidad no le alcanzó para derrotar al PRI. En cambio el tricolor jugó sobre seguro con la candidatura de Héctor Paniagua, quien en mayo tenía el 43.57% de las preferencias electorales y el domingo ganó la alcaldía con el 49.13%. Sin embargo sería injusto negar la importante fuerza política de Ramón Saldaña, quien hace tres años era candidato del PRD y perdió ante el PRI por mil 200 votos, en cambio ahora, como candidato del PAN, sacó casi tres mil votos menos que Héctor Paniagua. Eso es una clara señal de que Saldaña por sí solo vale un gran número de votos, sin embargo su bolsa de votos no le alcanza para ganar la alcaldía, sólo para revivir al partido que encabece, como lo ha hecho ahora con el PAN. Imposible ignorar las similitudes entre Ramón Saldaña y Miguel Angel Navarro Quintero, pues aunque ambos representan un gran capital político a la hora de la hora no les alcanza para ganar sus objetivos. Hoy los dos están en una situación similar y deberán resolver entre su retiro político y el empeñarse en seguir luchando por un cargo que cada día se antoja más lejano, principalmente porque los dos, en cada derrota sufrida, se han hundido un poco más en el terreno político, lo cual complica terriblemente cualquier intento de resurrección. Si Saldaña y Navarro tuvieran muy claras sus limitaciones podrían convertirse en los hombres fuertes de sus partidos en sus respectivos territorios, sin embargo sus apetitos de poder son superiores y por eso, lejos de capitalizar su fuerza, terminan derrotados víctimas de sus ansias enfermizas.

LO MEJOR DE TODO. Insisto, habrá que hacer un análisis caso por caso para encontrar la falla de cada partido. En Compostela, por ejemplo, Héctor López barrió a sus oponentes, sacando 35 puntos de ventaja a su más cercano competidor. Lo anterior es importante porque es fácil recordar que al inicio de la contienda se acusó al ex presidente del PRI de haber sido producto de un dedazo, se le criticó de no estar arraigado en el municipio y de otras cosas más graves, sin embargo el domingo las cosas se pusieron en su lugar y el ex diputado local prácticamente desapareció a la oposición en Compostela, a pesar de que entre sus adversarios se contaba la ex alcaldesa Alicia Monroy. En lo que se refiere a las diputaciones, el gobernador Ney González ganó la apuesta al confirmarse el triunfo de Pablo Montoya, quien pese a que nunca había disputado un cargo de elección popular entregó buenas cuentas en su distrito. Por supuesto que hay que admitir que los cinco candidatos a diputados por Tepic recibieron un gran impulso gracias a la candidatura de Roberto Sandoval, quien hizo una campaña redonda que evitó el voto diferenciado, beneficiando incluso a Mondragón, quien hace tres años había sufrido una dolorosa derrota. Por ello es fácil anticipar que las diputaciones que perdió el PRI el domingo se deben a la postulación de malos candidatos, tanto en la diputación como en la alcaldía respectiva, porque de lo contrario el PRI habría sacado un histórico carro completo. Pese a todo, el PRI tendrá la mayoría en el Congreso con diputados de lujo como Pablo Montoya, Roberto Madrigal y Roberto Mejía, quienes llegarán a la próxima legislatura con esa gran legitimidad que da el haber ganado un distrito de mayoría. Y es justo reconocer el valor del doctor Mejía, hombre de ciencias poco involucrado en el quehacer político, quien de la noche a la mañana se vio en un escenario que no imaginaba pero que hoy lo perfila hacia una de las mejores etapas de su vida profesional. Neófito por completo en la actividad política, el doctor Mejía aprobó con Notable su curso intensivo de política mexicana y hoy está muy bien encaminado hacia la alcaldía de Bahía de Banderas para dentro de tres años.

POSDATA. La jornada del domingo también sirvió para patentizar algo que era ya muy conocido pero no aceptado: partidos como el PRS carecen por completo de sustento popular. Pese a ir en alianza con Convergencia, el PRS no logró superar el 2% de la votación total, con lo cual pone en riesgo su histórico registro como partido político estatal. En contraste el PT se convirtió en la tercera fuerza política estatal, demostrando que es un partido con vida propia. Incluso en Bahía de Banderas el PT quedó como tercera fuerza política, desplazando al PRD que muy probablemente no siquiera tendrá regidores en el próximo ayuntamiento.

VOX POPULI. En cuanto a la histórica elección de regidores por demarcaciones, hay que decir que el experimento resultó todo un éxito, por lo cual bien vale la pena que este mecanismo de elección sea exportado al resto de estados de la Federación. El hecho de que el abstencionismo haya estado por debajo del 40% es un claro indicio de que las elecciones nayaritas fueron un éxito, sobre todo porque quedó demostrado que cuatro semanas son más que suficientes para una contienda electoral.

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