Crónicas Políticas/Política sin ética

- Jul 14, 2008

Candidatos que fueron derrotados en las pasadas elecciones, regresan a sus puestos originales, ediles que buscaban diputaciones y diputados que querían ser alcaldes, puede que no tengan problema legal alguno, pero es una muestra de que los políticos actuales -de todos los partidos- carecen de ética y poco les interesa el impacto negativo que le causan a la sociedad.

Pocos aceptan que el fin de la autoridad política no es el poder por el poder mismo, sino como un instrumento que busca el bienestar colectivo, para cuyo logro, el poder no es sino un medio, y además no es el único.

Políticos y ciudadanos no entienden que la actividad política es una forma de servicio público y no como el instrumento para lograr privilegios y ventajas personales.

En la medida en que podamos generalizar las ideas de que los gobernantes, legisladores, poder judicial, son servidores de la sociedad y no titulares de un poder arbitrario; y que los ciudadanos somos titulares de derechos que nos son esenciales y que deben ser respetados de manera irrestricta por todo tipo de autoridad, solo de esta manera, podremos decir que tenemos una adecuada convivencia colectiva.

Sin embargo, las recientes elecciones nos demostraron que los candidatos fueron centros emisores de precarios mensajes a los electores, de hecho, considero que fue un auténtico monólogo el desarrollo de las campañas previas a la elección. No hubo un solo foro de consulta pública de ningún partido político, ¿conocieron el sentir del electorado..? los discursos fueron lineales, de generalidades sin tocar los temas sensibles que aquejan a nuestras comunidades.

Entiendo que la moral y la decencia de la política, depende o es un reflejo de la moral colectiva; si en nuestra sociedad prevalece la creencia de que el poder es por naturaleza arbitrario y aceptamos como natural y lógico que quien lo ejerce abuse, se enriquezca, favorezca a sus amigos y persiga a sus advesarios y críticos, no podrá esperarse que la política sea ejemplo de moralidad.

Nayarit ha sido escenario de una reconversión de su clase política, y la nueva geografía electoral nos lo demuestra, es imprescindible elevar la calidad ética de la política que se despliega en los Ayuntamientos, en el Congreso, en el Poder Judicial y en el Poder Ejecutivo.

Es de una puerilidad extrema el regreso de los políticos trapecistas a los puestos que dejaron en pos de una ambición.

HEGEMONÍA DEL PRI VS PLURALIDAD POLÍTICA

La conformación de la próxima legislatura, mantiene al PRI como la primera fuerza política, con mayoría calificada para aprobar sin la oposición sus proyectos legislativos; sin embargo es obvio que el próximo presidente de la comisión de gobierno, que será de la bancada tricolor, buscará la aquiescencia de las otras fracciones, si es que le quieren dar el matiz democrático a los procesos de adiciones y reformas que tendremos.

El escenario para el tricolor, se modifica y aunque no lo admiten, la victoria electoral tiene algo de pírrico, toda vez que resulta inédito que el PRD tenga 4 presidencias en su haber y se troque en la segunda fuerza electoral en el Congreso con 6 diputaciones, 2 de mayoría relativa y 4 de representación proporcional.

Para las estadísticas del fracaso nacional del PAN, el resultado de las elecciones locales, les puede dar el pequeño gusto de contar por vez primera con 4 presidencias municipales y ahora ser la tercera fuerza en la Cámara local con 4 diputados, 3 de representación proporcional y 1 de mayoría relativa, que se la arrancó con las uñas Miguelito Bernal a Manuel Ramírez Castro de la coalición del PRD-PVE en el IX distrito, donde el ex alcalde gana con 184 votos de diferencia!

Las franquicias del PT y de Convergencia coaligado con el Prs, ganan 1 diputado cada uno, ya podemos apuntar el esquiroleo de sus lances en las votaciones de la próxima legislatura.

Diputaciones y presidencias municipales que se ganan con escasos votos, es el signo de nuestros tiempos, una votación volátil, puesto que existió voto diferenciado en algunos distritos y voto en cascada sobre todo en los sufragios que eligieron a los regidores y sus ediles.
Doce presidencias municipales del tricolor, sin perder las joyas de la corona, Tepic y Bahía de Banderas, que junto a Santiago Ixcuintla y Compostela junta el 59% de los ciudadanos que integramos el padrón electoral. Falta hacer el ejercicio de numeralia total, sobre los votos emitidos y su real porcentaje con el total del padrón, los datos primeros nos indican un abstencionismo acorde con la media nacional.

Pero si tales datos propician aún el entusiasmo de los priyístas a ultranza, tendremos que expresar que la realidad política de nayarilandia es para preocuparse, la desmotivación del ciudadano, la desconfianza del sufragio, y haber acreditado la eficacia de su operación electoral, el seguir contando con el voto duro de su militancia, no son elementos suficientes para ningún tipo de triunfalismo.

Todo lo contrario, se impone una profunda reflexión política del fenómeno y de su tendencia, y desde luego, la puntual respuesta interpretativa del hombre mas preocupado del pasado proceso, el gobernador Ney González que nos puede ilustrar con su punto de vista sobre los asuntos torales que aún quedan pendientes por analizar de la agenda pública del Estado para lo que resta del año.

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