Perfil Político/El Proyecto Montoya

- Jul 28, 2008

>LA DISPUTA. De nueva cuenta se abre una disputa política entre Pablo Montoya y Roberto Mejía, aunque en esta ocasión es por la coordinación de la bancada priista, lo cual implica la presidencia de la Junta de Gobierno de la próxima legislatura. Ni duda cabe que ambos personajes tienen todos los merecimientos para ser designados como coordinadores de la mayoría tricolor, aunque ninguno de los dos ha realizado trabajo político previo ya que uno, Pablo Montoya, se ha especializado en al planeación financiera y el otro en los asuntos de la ciencia médica.

Lo anterior ha hecho que algunos observadores metan en la danza a Roberto Lomelí Madrigal, ese sí un político de colmillo retorcido que por su perfil político sería de antemano el candidato natural, de no ser porque en la bancada se encuentra un diputado llamado Pablo Montoya de la Rosa. Es tan fino el olfato político del Bachis que él mismo se ha descartado de la disputa al anunciar que en los primeros días de agosto la bancada tricolor se reunirá para votar de manera directa, sin la intervención de las dirigencias estatal y nacional, sobre quién será su próximo coordinador. Y para que nadie se haga bolas, el propio Roberto Lomelí informa que la decisión saldrá de entre Pablo Montoya y Roberto Mejía. Si damos por cierto el descarte del Bachis, entonces no es difícil concluir que el próximo coordinador de la mayoría priista será Pablo Montoya de la Rosa, quien fue incorporado de última hora al proceso electoral para recomponer el rompecabezas político diseñado por el gobernador Ney González Sánchez. Hoy, a toro pasado, es posible encontrar las justificaciones a algunas jugadas que parecían no tener lógica. Hoy, por ejemplo, queda claro que Roberto Sandoval siempre fue el candidato natural del PRI a la alcaldía de Tepic, y que si se le hizo pasar por un vía crucis completo fue para protegerlo y para evitar una desbandada en el PRI. En ese contexto la candidatura de última hora de Pablo Montoya también parece tener una explicación clara: el gobernador Ney González quiso tener a su hombre de más confianza en la próxima legislatura.

UN PROYECTO CON FUTURO. No hay ninguna duda en cuanto a que el funcionario estatal más allegado al gobernador Ney González Sánchez era precisamente Pablo Montoya de la Rosa, el hombre detrás del exitoso Plan Estatal de Desarrollo que rige como Biblia al gobierno de Ney, por lo tanto su salida del gabinete sólo puede tener una explicación: una encomienda todavía más importante que la que tenía, y que no puede ser otra que la presidencia del Congreso del Estado. Siempre tras bambalinas desde que se sumó al equipo de Ney González, Pablo Montoya de la Rosa realizó el trabajo fino en el área de las finanzas y el presupuesto, sin embargo su debut político fue exitoso al ganar la diputación de mayoría que hoy ostenta. Lo mismo pasó con el doctor Roberto Mejía, quien nunca dio visos de estar interesado en un cargo de representación popular hasta que le llegó la instrucción del entrenador de ponerse a calentar porque iba a entrar a la cancha. Ambos, Pablo Montoya y Roberto Mejía, provienen del mismo mentor: el senador Raúl Mejía, lo cual da luz sobre el futuro político de ambos. Roberto Mejía buscará ser el candidato del PRI a la alcaldía de Bahía de Banderas en el 2011 y Pablo Montoya de la Rosa hará lo propio a la alcaldía de Tepic. Por si algunos ya lo olvidaron, Pablo Montoya fue tesorero municipal de Tepic con Raúl Mejía del 93 al 96 y posteriormente fue oficial mayor del Congreso del 99 al 2000, cuando Raúl Mejía fue líder de la cámara durante un año. Lo anterior revive el proyecto político de Raúl Mejía, quien desde el arranque de esta administración ha sido posicionado como el gran favorito para ser el candidato del PRI al gobierno de Nayarit en el 2011.

EL INCONVENIENTE. Todo el esquema futurista de Raúl Mejía marcharía sobre rieles de no ser por un pequeño inconveniente: su relación familiar con el gobernador Ney González. Es fácil anticipar desde ahora cuál sería la crítica de los opositores en el 2011: “El gobernador Ney González intenta heredar a su cuñado la gubernatura”. Pero ese molesto inconveniente se eliminará cuando las elecciones nayaritas se empaten con las federales del 2012, obligando al Congreso del Estado a nombrar un gobernador interino entre septiembre del 2011 y septiembre del 2012. Ese simple hecho acabará con el argumento de que el gobernador entrante será cuñado del gobernador saliente, porque para entonces Ney González ya tendrá un año de haber dejado el poder. Acomodando la pieza anterior no habrá ningún otro obstáculo para que Raúl Mejía avance rumbo a la gubernatura, cobijando a Pablo Montoya a la alcaldía de Tepic y a Roberto Mejía a la de Bahía de Banderas. Por supuesto que lo anterior no será muy bien visto por el grupo de Liberato Montenegro, cuyos integrantes siguen apostando por la candidatura de Gerardo Montenegro, sin embargo ya vimos en el proceso anterior que la fuerza política de Liberato Montenegro no es infalible, por el contrario, se le puede enfrentar de manera tranquila sin grandes daños colaterales. En cuanto al fenómeno Roberto Sandoval, quien en automático se proyectará como aspirante a la gubernatura en cuanto asuma la alcaldía de la capital, Raúl Mejía y el propio Ney González tendrán que irlo encuadrando en el proyecto y dejarle muy claro que en política hay tiempos y formas. Pero no todo son malas noticias para Roberto Sandoval, ya que está claro que él forma parte del esquema sucesorio de Ney González y Raúl Mejía, por lo tanto tiene boleto premiado si juega con inteligencia. En el 2012, además de la gubernatura, estarán en juego tres diputaciones federales y dos senadurías, una de ellas ya apartada para Ney González.

NI DUDA CABE. Aunque el tema no ha estado en la agenda desde hace tiempo, es seguro que muy pronto deberá ponerse sobre la mesa la necesidad de empatar las elecciones nayaritas con las federales, y en ese proceso jugará un papel muy importante Pablo Montoya de la Rosa, quien por todo lo anterior no tendrá problemas para ser el próximo líder de la bancada tricolor. En cuanto al doctor Roberto Mejía, está claro que se le está perfilando hacia Bahía de Banderas, por lo tanto si fuera líder del Congreso no tendría tiempo para trabajar su municipio, lo cual le urge debido a que si bien nació en Bahía su desarraigo ha sido más que evidente. Su triunfo en la pasada contiende se debe en gran medida a la popularidad de Héctor Paniagua Salazar, quien generosamente lo acogió en su campaña y lo placeó por todo el municipio. Pero si el doctor quiere ser alcalde de Bahía lo primero que deberá hacer será cambiar su residencia a ese municipio a más tardar el año entrante. Por lo tanto esa condición de precandidato a Bahía de Banderas lo elimina de la lucha por la coordinación de la próxima legislatura y lo obliga a concentrarse en realizar un excelente trabajo en su distrito y en su municipio. En cambio Pablo Montoya tendrá todo el camino libre para saltar del Congreso a la alcaldía de Tepic, después de todo no hay que olvidar que el Congreso es por naturaleza el mejor trampolín hacia la presidencia municipal de Tepic, y sólo un fenómeno mayor, como ocurrió en esta ocasión con la figura de Roberto Sandoval, puede obstaculizar ese paso. En resumen, aunque en estos momentos la rumorología está desatada, el diputado más indicado para el ser próximo coordinador de la bancada priista es Pablo Montoya de la Rosa por todo lo anteriormente señalado. Por supuesto que Pablo sería tan inteligente que de inmediato tendría a Roberto Lomelí como uno de sus más cercanos operadores políticos, con lo cual estaría cubierta cualquier deficiencia.

POSDATA. Pero también en el PRD hace aire, en primer lugar porque en ese partido se tiene la esperanza de que prospere la impugnación en torno al reparto de las diputaciones plurinominales. Pierden su tiempo porque la ley es muy clara, al PRI le tocan sus 18 diputados y el resto queda entre la oposición. El argumento de que la ley electoral estatal se contrapone a la federal no opera, precisamente porque cada estado tiene independencia para imponer sus propios criterios en cuanto a la representación política en el congreso.

VOX POPULI. La otra disputa en el PRD es por la integración de la fracción del PVM, al cual deberán cederle dos diputaciones que serán las de Juan Echeagaray y Carlos Hernández Ibarría, quienes están de acuerdo en pintarse de verdes siempre y cuando se les entregue la coordinación de la fracción. Ambos obedecen a Antonio Echevarría, por lo tanto no les preocupa renunciar al PRD para ostentarse como Verdes, pero lo que sí quieren es la coordinación de la bancada. Veremos cuál de los dos coordina y cual se subordina. Hay que esperar al rugido del Tigre.

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