>EL QUE SE ENOJA PIERDE. Manuel Cota no aguantó más y anunció una denuncia por presunta difamación en contra del periodista José Trinidad Espinoza Vargas, propietario del diario Consensos y político del PRI con aspiraciones a diputado, local o federal. Extraña el suceso porque es bien sabido que Pepe y Manuel Cota han sido aliados políticos durante mucho tiempo, más aún, están emparentados familiarmente por la vía de la primera dama. De hecho una de las acusaciones más constantes que se le hacían a Pepe Espinoza desde algunas oficinas del gobierno estatal era su cercanía con Manuel Cota, lo cual inspiraba desconfianza al interior del equipo del gobernador.
Hoy queda muy claro que entre Manuel Cota y Pepe Espinoza no quedan más alianzas, al contrario, el alcalde de Tepic no oculta su profundo enojo en contra del político periodista que antaño fuera su aliado y su familiar político. La razón del rompimiento es la nota que publicara Consensos en días pasados involucrando al hijo de Manuel Cota en un trágico accidente vial que le costó la vida a un menor de edad. Sin concesiones de ningún tipo, Manuel Cota acusa al dueño de Consensos de haber intentado chanteajarlo con esa información y al no lograrlo decidió la publicación de la especia, misma que según Manuel Cota es totalmente falsa, de ahí su decisión de proceder por la vía legal, para lo cual ofreció una rueda de prensa en su carácter de presidente municipal de Tepic. Siendo, en efecto, don Manuel uno de los políticos más tolerantes de Nayarit, extraña su actitud en contra de un periodista que hasta hace poco era de los suyos. Tal vez ahí esté el leiv motiv del encono: la cuña del mismo palo, que dicen que es la que más aprieta. ¿Por qué en la recta final de su gobierno Manuel Cota deja de lado la tolerancia que siempre le caracterizó? El dice que porque le tocaron lo más sagrado, su familia, su hijo. Nosotros creemos que la razón es más simple: se le está acabando el poder, y eso no cualquier político lo aguanta.
EL PRIMER ERROR. Se entiende la actitud de Manuel Cota, cualquier padre medianamente amoroso reaccionaría igual cuando alguien se atreviera a tocar a uno de sus hijos. Pero don Manuel no es un ciudadano común y corriente, sino el presidente municipal de la capital del estado. Un político pues. Por lo tanto estaba obligado a ser mucho más tolerante en su papel de presidente municipal. Para efectos prácticos hubiera bastado que por los conductos más recomendables se hubiera aclarado a fondo el origen de la información, dejando bien en claro, con argumentos y pruebas sólidas, que la información dada a conocer por Consensos es totalmente falsa. Ante esas pruebas es probable que hasta el propio José Trinidad Espinoza Vargas hubiera decidido retractarse y ofrecer las disculpas pertinentes. El propio presidente municipal tiene derecho a la réplica en el mismo espacio donde se publicó la información que daña la imagen de uno de sus hijos, debió hacer uso de ese derecho antes de adoptar otros caminos. Insisto, es fácil entender el dolor del Manuel Cota padre de familia, obligado y decidido a defender el honor de su familia. Pero una cosa es don Manuel Cota ciudadano y otra cosa es Manuel Cota el presidente. El primero es un ente privado, el segundo es público. Cualquier reacción que haya asumido el padre de familia debía mantenerse en lo privado, cualquier acto del presidente es público. Al arremeter de manera pública en contra de Pepe Espinoza don Manuel Cota está cometiendo un grave error porque confunde su vida pública con su vida privada.
EL SEGUNDO ERROR. Hasta donde se sabe, la información divulgada por Consensos afecta directamente a un hijo de Manuel Cota que se dice es mayor de edad, por lo tanto quien debe presentar la querella es el ofendido, no su padre. Hasta donde se, los delitos de calumnia y difamación no se persiguen de oficio, sino por querella, y el único que se puede querellar es el directamente agraviado. Convocar a rueda de prensa en su carácter de presidente municipal para anunciar un acto estrictamente privado es, además de un error, un delito, porque el alcalde de Tepic está utilizando el aparato gubernamental para atender un asunto personal, lo cual enrarece el ambiente y predispone a las autoridades que deberán tomar cartas del asunto. Todo lo anterior es muestra de que don Manuel anda bajo mucha presión, lo cual no se entiende porque debiera estar muy relajado ya que sólo le quedan menos de 30 días como presidente municipal, después se irá de vacaciones y a su regreso estará listo para incorporarse al gabinete de Ney González, según sus propias palabras, ¿entonces a qué se debe su presión. Tiene razón don Manuel cuando reitera que ha sido uno de los políticos más atacados en Nayarit, aunque exagera cuando presume ser el número uno. En realidad sus malos momentos han sido pocos, aunque muy críticos, como cuando a nivel nacional le pusieron una paliza por el asunto de la niña muerta en Roseta de la Tristeza, un accidente que se hizo político y que en otras circunstancias le hubiera costado el cargo a don Manuel, pero para su suerte los tiempos y las formas han cambiado. Por eso no se entiende que hacia el final de su gestión pierda los estribos y se aparte de la tolerancia que lo caracterizó durante los últimos años. Es probable que la relación de parentesco que hay entre Manuel Cota y Pepe Espinoza sea el ingrediente que haya agriado tanto el conflicto hasta llevarlo al punto de no retorno.
LA EXAGERACION. Completamente cegado por el amor de padre, Manuel Cota se envuelve más en la red al asegurar que los ataques que ha recibido orquestadamente en los últimos días “provienen de personajes al servicio del gobierno del estado”, lo cual es una acusación muy delicada porque implica al propio gobernador, quien muy educadamente le ha hecho todo tipo de reconocimientos públicos, incluso al grado de invitarlo a formar parte de su gabinete. Por lo tanto Manuel Cota está obligado a ser más político que nunca, sobre todo si está decidido a continuar con su carrera política. En cuanto al supuesto origen del conflicto entre Manuel Cota y Pepe Espinoza, presumiblemente el dinero público, haría muy bien don Manuel en guardar silencio, porque no sirve de nada que a escasos días de dejar el poder se duela de acuerdos o convenios que ha sostenido por casi tres años con algunos medios de comunicación. El propio Manuel Cota reconoce que la actual crisis financiera del ayuntamiento lo ha obligado a incumplir algunos convenios de publicidad, lo cual le he generado represalias de esta naturaleza. De entrada no es bueno que Cota reconozca que deja el ayuntamiento con una grave crisis financiera, así como tampoco es saludable que rompa una relación de años con una persona tan cercana a él y a su familia sólo por un asunto de pesos y centavos. Dentro de un mes Manuel Cota habrá dejado de ser el presidente municipal de Tepic y en cambio Pepe Espinoza seguirá siendo el director y propietario de Consensos, así de simple. No es este el momento ni el espacio para analizar lo bueno y lo malo de la relación histórica que los políticos nayaritas sostienen con la prensa local, de lo único que se trata es de establecer los errores en que ha incurrido Manuel Cota en la recta final de su administración. En lo personal creo entender a don Manuel, yo en su lugar posiblemente habría tratado de hacer lo mismo, pero yo no soy político, él sí y está obligado a mantener la calma. Al final el resultado habría sido el mismo, pero con un costo político menor.
POSDATA. Además de estar emparentados políticamente, Manuel Cota y Pepe Espinoza fueron vecinos durante muchos años allá por el oriente de la ciudad, de ahí que resulta más extraño ese violento rompimiento de su relación. De entrada el que sale ganando es Pepe Espinoza, porque en el contexto actual de Nayartit difícilmente procederá la querella en su contra. El propio procurador de Justicia dejó muy claro recientemente que la prensa nayarita es intocable. Y más intocable debe serlo un periodista al que el propio Manuel Cota acusa de estarlo golpeando por estar al servicio del gobierno estatal. Máxime cuando la difamación ha dejado de ser un delito penal para convertirse en un asunto civil.
VOX POPULI. Las encuestas son claras, Enrique Peña Nieto es el político mejor evaluado de todo el país y el que con mayor claridad se enfila hacia la candidatura presidencial del PRI en el 2012. Lo que de plano no me cuadra es ese afán de mucha gente por concederle a Manlio Favio Beltrones la condición de precandidato presidencial, porque el señor no tiene ninguna posibilidad de competir contra Enrique Peña Nieto. Políticamente hablando, Manlio Favio es idéntico a Roberto Madrazo, allá los priistas si quieren hacer el mismo ridículo del 2006.
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