Crónicas Políticas/ Vigilancia ciudadana

- Sep 1, 2008

>No desde ahora, ante el azote de la inseguridad pública y la corrupción de los aparatos de procuración y administración de justicia que en mucha o poca medida padece el país, diversas voces de la sociedad, -empresarios, dirigentes de cámaras de comercio e industriales- y hasta periodistas e investigadores independientes, hemos propuesto alternativas para que de manera estructural nuestra sociedad, nuestro espacio, este hogar común que nos pertenece a todos los mexicanos, tenga un rostro limpio, que solo se prodiga cuando los gobiernos están al servicio de los intereses mas sentidos de la ciudadanía.

Una oteada al pasado reciente de los gobiernos que han transitado en los últimos veinticinco años, nos explica la manera en que los cuerpos de seguridad del Estado mantuvieron contenida la delincuencia organizada, acotada, en sus guetos, en sus propios territorios, y aquel que se descontrolaba o invadía espacios no permitidos, sencillamente lo eliminaban.

En las tripas de la historia de nuestro sistema, se encuentra la “no escrita”, aquella que nos narra que en lo sótanos del poder, la tenebrosa Dirección de Seguridad Nacional, era la entidad que juzgaba y ejecutaba no solo a los delincuentes que se saltaban las trancas, sino a los terroristas y aprendices de revolucionarios que buscaron derrocar al binomio PRI-Gobierno.

Es necesario decirlo, al arranque del sexenio de Vicente Fox, algo se fracturó en las relaciones de la delincuencia organizada y los elementos del Estado encargados de acotarlos -militares de alto rango, funcionarios de la PGR- y el primer gobierno de la alternancia cometió la mas grande estupidez que a la postre trajo como consecuencia el incremento sin control de los grupos delincuenciales.

Al quitarle a la Secretaría de Gobernación las funciones de inteligencia y policía política, para dejarla como simple agencia política y de coordinación del gabinete presidencial, la Secretaría de Seguridad Pública y la PGR quedaron como dos entidades aisladas entre sí, y sin control la penetración entre sus filas, mandos medios y superiores de quienes han hecho del delito una sofisticada profesión.

TODO EJEMPLO CUNDE

A finales del sexenio de Don Roberto Gómez Reyes, se incrementaron los delitos, asaltos en carreteras, homicidios, secuestros, abigeo; las zonas rurales de Huajicori, Acaponeta, Tecuala, Santa María del Oro, Compostela se vieron impactadas por la debilidad de un gobierno que iba en picada.

Con el nuevo gobierno, la llegada del coronel Rogelio Flores Curiel con su autoritario y poderoso procurador de justicia, que trajeron durante varias semanas a batallones enteros de policías del entonces Departamento del Distrito Federal, empezaron a aparecer cuerpos de delincuentes en las carreteras, y de manera automática los delitos desparecieron, las bandas se disolvieron o se fueron a otras entidades, se filtró entre los delincuentes que “en Nayarit ya están matando..”

Con el escenario actual en donde todo mundo conoce la impunidad de que gozan las bandas; de cómo las fuerzas policiácas se entienden con sus líderes; con una procuración de justicia discriminatoria y selectiva, frente a una administración de justicia deficiente y venal, el círculo del poder delincuencial se cierra, y el dinero que se obtiene por delinquir sin tener castigo del gobierno, produce ejemplos en desalmados que de manera espontánea se alzan como nuevos violentadores de la ley.

A uno de los integrantes del cartel de los Arellano Félix se le ocurrió decir “hay que descabezar a estos cabrones..” dicho de manera figurativa en contra de otro grupo que penetraba sus territorios; se dice que parte de su guardia, integrada por los temibles kabiles guatemaltecos acataron de manera literal la orden y de ahí empezó esta espantosa muestra de matar de los delincuentes, los decapitados ya aparecen en todo el territorio nacional.

Nada hay tan terrífico e impresionante que el efecto demostrativo que produce este tipo de crímenes, hasta ahora sin castigo.
El actual problema de la inseguridad que padece el país, que ha desbordado a todos los gobiernos, es que una sola instancia de poder no puede resolverla, se trata de todo el edificio de la procuración e impartición de justicia; resulta infantil que se les dote de mejor armamento y equipos a las policías, sin que se saneen las agencias de ministerio público, ¿pueden pasar la prueba de confiabilidad los estamentos medios de la PGJ..?

Ahí donde se procesan las decisiones de a quién sí y a quién nó se le da curso a sus averiguaciones previas; ahí está la génesis de la impunidad. El clima de corrupción y tráfico de influencia en los juzgados penales, el influyentismo en los centros penitenciarios. ¿Puede un agente de la PEI confiar en su jefe que en gobiernos anteriores era un verdadero prevaricador..? Sí, a la vez que era asesor de la Procuraduría, defendía a delincuentes indiciados.

BUSCAR SALIDAS

Me refutan algunos lectores que los organismos de ciudadanos no son viables para ser consultores del gobierno en materia de seguridad pública; existen entidades no gubernamentales de expertos en criminalidad y seguridad pública que actualmente desarrollan modelos para certificar el estado de las policías y la capacidad que tienen los poderes judiciales.

Todo redunda en si existe o nó voluntad política de los gobiernos para aceptar que tienen a los delincuentes en su seno; gobernadores locuaces hacen un castillo de pureza con su verbalización, nos recetan moralina en lugar de políticas públicas responsables.
El gobierno no tiene derecho a imponer ideales de vida a nadie, su mejor aporte sería respetar los derechos y la libertad de las personas, que la gente decida su plan de vida; no saben distinguir la ética privada de la pública, tienen dos varas para medir, los que están con ellos y los que nó. No protegen los bienes sociales, los intereses colectivos, mas que los de su grupo.

Como resultado de la multitudinaria marcha en el DF y en otras entidades de la república, el presidente Felipe Calderón aceptó las demandas de la sociedad civil, por lo que va a promover la creación de instancias de vigilancia ciudadana en todo el país, para combatir la delincuencia y el crimen organizado.

Son mas fuertes los valores de la sociedad enfrentados a las limitaciones y aflicciones de los gobernantes; tenemos mucha sociedad y precarios gobiernos; la simulación y la manipulación mediática es el factor mas importante para explicarnos la atonía ciudadana en nayarilandia.

Lo cual, no es óbice para insistir desde cualquier espacio, la inteligencia, las capacidades y la cultura de los ciudadanos son necesarios para corregir el rumbo del gobierno; las tareas de limpieza de la procuración y administración de justicia reclaman autoridad moral y esta solo se adquiere con actos de tracto sucesivo en un gobierno, que valide en su política pública que está dispuesto llegar a fondo.
La pirotecnia de palabras hueras y sin sentido, no sirve sino para exponer el grado de estulticia de quien las pronuncia; el asunto es un tema toral de nuestra sociedad, que se tiene corregir y punto. No hay que esperar que surjan vengadores individuales o batallones civiles de limpieza social.

Contacto: cronicaslip@prodigy.net.mx
Internet: www.luisignaciopalacios.com
Escúchenos en los noticieros de Radio Red: www.larednayarit.com

Deja tus comentarios