>PEQUEÑO GRAN NEGOCIO. Una de las herencias del viejo sistema educativo de nuestro país son las famosas cooperativas escolares, que en la práctica nunca lo fueron simplemente se trataba de auténticas minitas de oro que los directores o algunos profesores vivillos explotaban para su beneficio personal. Tristemente las famosas tienditas escolares se convirtieron en auténticos mercados de comida chatarra, contribuyendo en gran medida a los elevados índices de obesidad y sobrepeso que padecen nuestros niños. Según datos oficiales, el 70% de los mexicanos padecemos obesidad o algún grado de sobrepeso, mientras que el 30% de los niños se encuentran en la misma situación. Por eso sonó a gloria cuando en su segundo informe de gobierno el mandatario estatal Ney González Sánchez giró instrucciones para que a partir de ese día se retirara por completo todo vestigio de comida chatarra en las tienditas escolares, acto de gobierno que no fue acatado al 100% por la simple y sencilla razón de va en contra de los intereses de particulares que explotan para beneficio particular estos puestos escolares.
Por supuesto que es más complicado y menos redituable ofertar productos nutritivos en las escuelas que seguir vendiendo comida chatarra, máxime que si los estudiantes no obtienen lo que quieren en las tienditas pues simplemente salen de la escuela para buscar sus antojitos en las tiendas de enfrente. Por lo tanto se requiere un amplio trabajo para hacer realizar por completo la instrucción del gobernador Ney González para retirar toda la comida chatarra de las tienditas escolares. En estados como Guanajuato se ha experimentado exitosamente con productos que a pesar de tener la misma presentación que los productos chatarra son altamente nutritivos. Lo nutritivo no necesariamente debe generar rechazo visual entre nuestros niños, de ahí la necesidad de ofrecérselos en las formas tradicionales en que los han consumido, como si fueran fritangas comunes y corrientes, aunque en la práctica se trata de imitaciones altamente enriquecidas con proteínas y vitaminas.
LAS BARBAS A REMOJAR. Por supuesto que no todas son malas noticias al respecto, porque en días pasados la Secretaría de Educación Pública del Estado emitió señalamientos muy concretos para meter orden en el asunto de las tienditas escolares, empezando por transparentar el proceso de adjudicación de estas tienditas, mismas que históricamente han sido otorgadas o concesionadas a particulares atendiendo a la amistad o el compadrazgo, cuando no a la abierta corrupción. Para evitar esas irregularidades se pretende que en el plazo corto todas las concesiones serán licitadas de manera abierta en un proceso regido por las secretarías de Educación y Salud, cuyos representantes deberán decidir qué persona o empresa cuentan con la calidad necesaria para operar estas tiendas con productos nutritivos. A partir de ese proceso de licitación pública todo el dinero que se genere por la renta de las concesiones ingresará de manera directa a la Secretaría de Educación, para evitar un mal uso de ese dinero. Si alguna escuela requiere algún apoyo económico deberá cumplir con el trámite correspondiente para que la SEP le conceda el dinero requerido. Con estos dos sencillos mecanismos se garantizará el final de una de las prácticas más corruptas que ha padecido el sistema educativo mexicano, porque está demostrado que las tienditas escolares eran, todavía lo son, auténticas minas de oro para algunos directores o maestros de escuelas. Con la licitación de estas tiendas se acabarán los privilegios y permitirá transparentar los ingresos por ésta vía. Y sobre todo acabar con vicios como el de que los gastos de agua y luz que generaban estas tienditas fuera además pagado por el propio gobierno estatal al formar parte del mismo consumo de la escuela. Ahora cada concesionario deberá tener su propio contrato de agua y luz, lo cual en conjunto representará un millonario ahorro para el sistema educativo estatal. Todo es cuestión de que estas modificaciones se apliquen a la mayor brevedad posible.
NOS ES TAN COMPLICADO. Aunque se nos ha educado bajo la premisa de que la comida nutritiva es aburrida y detestable, en la práctica ya no es así, porque un buen sándwich con una malteada puede ser tan rico como un Gansito y una Coca Cola, todo es cuestión de la forma en que los alimentos sean preparados. Por supuesto que ofrecer comida nutritiva a nuestros estudiantes es un proceso complicado, principalmente por la costumbre de los niños de alimentarse con comida chatarra, que es muy barata y aparentemente deliciosa. El cambio no será de la noche a la mañana, de ahí la importancia de empezar lo más pronto posible. La clave está en que de entrada se retire por completo de las tiendas escolares todos los productos chatarra, lo cual obligará a las compañías a producir productos con mejores nutrientes, como ya los están haciendo algunas empresas que están enriqueciendo el contenido alimenticio de sus bocadillos y sus productos para beber. Ya mencionamos experiencias exitosas que está desarrollando el DIF en estados como Guanajuato, donde se están fabricando botanas altamente nutritivas empacadas en la presentación tradicional de la comida chatarra. Por lo tanto el camino a seguir es ese: ofrecer productos que tengan apariencia de comida chatarra pero que en realidad sean altamente nutritivos. El asunto no es tan complicado si tomamos en cuenta que las frutas y verduras son muy ricas, ¿quién no gozó en su infancia con la típica naranja con chile y limón? ¿Y qué decir de las jícamas con chile, el mango, los pepinos? Estos productos son muy sanos y muy baratos, por lo que deberán convertirse en la base de la nueva alimentación que se ofrecerá en las tienditas escolares. Lo importante es hacerse a la idea de que los niños tendrán que consumir sólo comida nutritiva durante las horas que estén en sus escuelas, ya en la calle podrán consumir lo que gusten y les permitan sus padres.
UN PROYECTO AMPLIO. Por supuesto que la alimentación es la base para atacar el grave problema de obesidad que padecemos los mexicanos, sin embargo también se deben revisar políticas como la deportiva, porque tristemente al día de hoy la materia de Deportes sólo implica que el alumno practique algún deporte una hora a la semana. No estaría nada mal que todos los alumnos de todas lasa escuelas hagan media hora de ejercicio diario como parte de sus estudios, sólo así lograremos inculcarles la afición por el deporte. Hoy la aparición de herramientas como el Internet y los teléfonos celulares hacen que los niños hagan menos deporte que en el pasado, porque si antes jugaban futbol o básquetbol a la hora del recreo, hoy mucho prefieren chatear en el internet de la esquina o dedicarse a mandar mensajes de texto por su celular. La diferencia entre países como México y Cuba estriba en que Cuba es una potencia deportiva gracias a que sus niños son sometidos a jornadas diarias de actividad deportiva, mientras que en México esa asignatura es poco relevante. Lo peor de todo es que gracias a la flexibilidad de las autoridades correspondientes la gran mayoría de los colegios privados no cuentan con instalaciones deportivas adecuadas para que sus alumnos hagan deporte, lo cual se refleja en su desarrollo físico e intelectual. En Estados Unidos el tener cualidades para un deporte de alto rendimiento les abre las puertas de cualquier universidad a muchos jóvenes, por eso no sería malo que en México se aplicara el mismo esquema, dándole al deporte el justo lugar que le corresponde. Confiamos en que en el corto plazo sea ejecutada al 100% la instrucción del gobernador para retirar por completo la comida chatarra de las tienditas escolares, aunque eso atente contra los intereses económicos de muchas personas involucradas en el aparato burocrático educativo.
POSDATA. Nayarit sería otro si todos los presidentes municipales mostraran durante todo el trienio las mismas ganas de trabajar que están mostrando en estos días. A punto de dejar sus cargos, cuando debieran estar en sus oficinas preparando el proceso de entrega-recepción, nuestros alcaldes andan del tingo al tango inaugurando obras y aprobando planes, como si fuera el primer día de su gobierno. Lástima que hasta el final les caiga el veinte de que en una presidencia municipal se debe trabajar durante 24 horas diarias los 365 días del año.
VOX POPULI. Sólo algunos privilegiados como Héctor Paniagua Salazar tienen la suerte de repetir en el cargo, lo cual permite la posibilidad de corregir los errores pasados y mejorar los aciertos.
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