>El discurso tuvo el tono rijoso, autoafirmativo, raro dirían los amigos y asociados del gobernador Ney González, pero la reprimenda estuvo con el tono, el talante, el lenguaje corporal y el rictus de la cara de quien está francamente molesto; la reprimenda fue en el auditorio del tribunal superior de justicia, en un acto de capacitación del colegio de notarios realizado el pasado día 22 de agosto.
Dijo el gobernante, que “no promuevo ni acepto presiones para la designación de nuevos fedatarios, porque es la sociedad en todo caso, la que debe presionar si necesita una mayor cobertura del servicio..” el común de la gente no captó las señales ni el mensaje que enviaba el gobernante enojado en la propia casa de quienes le quisieron madrugar en dos exámenes para obtener los correspondientes fiat´s para las hijas del presidente del Colegio de Notarios, David Salas y del magistrado presidente del Tribunal Superior de Justicia, Armando Gómez. La historia tiene sus prolegómenos…
Tenemos que reconocer que en los momentos y circunstancias en que se le margina de procedimientos que en última instancia le corresponde única y exclusivamente al gobernante, este reacciona con pleno encabronamiento; que nadie ose entrar a su territorio para adelantarse en la toma de decisiones.
En la actual presidencia de colegio de notarios, hay historias muy feas –repulsivas diríamos- reptantes del poder político de sus dilectos integrantes; llegada la hora de elegir a su nuevo presidente, el tartufo procurador de justicia, Héctor Béjar Fonseca, se dedicó a visitar a los notarios que son líderes de opinión al interior de su colegio; dando a entender que la elección del notario “rupestre” David Salas, era la decisión del gobernador Ney González, dicen algunos fedatarios que inclusive los renuentes a aceptar al minusválido fueron amenazados.
La generación emergente de jóvenes notarios que liderearon por dos periodos, se fue a la basura con la gestión del abogado Miguel Castro de Vallarta, que partidizó de nueva cuenta el colegio y desde la campaña del actual gobernante, se puso de tapete para que no tuviera problema alguno a la hora de modificar la excelente Ley del Notariado, la cual, había sido reconocida como “ley modelo” dentro de la organización del notariado mexicano y en Latinoamérica.
Total, regresó el control y la hegemonía del grupo de viejos fedatarios uncidos al poder que mediatizan su función, hacen pingües negocios rasgando la tenue línea gris de la (i)legalidad; que se han caracterizado siempre por la disminución académica y por la carencia de investigación de la cultura jurídica; los mas aceptaron la propuesta, los menos hicieron mutis y se alejaron de la ratificación del escogido.
Junto a Héctor Béjar, están de curadores del colegio, su hermano José Luis; y el ex procurador José Luis López Ramírez; quienes llegando a sus setentas recuperan sus antiguos privilegios, siendo absolutamente serviles e incondicionales del nuevo gobernante del PRI, quien sabedor de la cultura priísta de sumisión y dependencia del poder, ejerce estas facultades meta constitucionales con el coraje soterrado que le aflora en estas circunstancias, sí, nadie puede entrar en su parcela, ese santo sacntorum único y privilegiado sitial del gobernante.
EXAMEN A MODO PARA LAS HIJAS
Dicen los notarios enterados de estos peculiares avatares de los hombres del poder que en varias ocasiones, las hijas de los señalados interfeutos, el presidente del colegio de notarios David Salas y el licenciado Armando Gómez -respectivamente- han sido reprobadas en conocimientos en su examen para adquirir el grado de notario; ahora que ambos personajes están el poder, en un ejercicio patrimonialista creyeron que podían instrumentar un jurado a modo para que sus descendientes pasaran de “bye” lo anteriormente reprobado.
Procedimiento que hicieron de manera subrepticia, dejando de lado unos cuantos requisitos que la actual Ley del notariado establece; al llegar la convocatoria a la secretaría general de gobierno para su publicación en el periódico oficial, no contaron que ahí se encuentra un personaje que tiene el titular del poder ejecutivo responsable de revisar todos y cada uno de los documentos que le llegan a la profesora Pinedo; quien alertada lleva de inmediato la convocatoria al señor gobernador, que ante la intención del albazo notarial, con la mas típica de las expresiones del mexicano, le dijo que los mandara mucho a… donde usted y yó caro lector ya sabemos que van quienes reciben tal epíteto denostatorio.
Entre los regañados de este intento de utilizar el poder y la representación notarial para beneficio personal, se encuentra el director del notariado estatal, quién presuroso estuvo con el magistrado presidente para hacerle llegar la incomodidad producida en el jefe político estatal; presente el notario rupestre que funge como presidente del colegio, ambos personajes de desvivieron en excusas. Una perla de antología la produjo las expresiones del licenciado Gómez: “es que de hecho, la nena es quien maneja la notaría, ella es la que se hace cargo de todos los trámites…”
Lo cual nos indica que el jefe del poder judicial, reconoció -al justificarse del albazo notarial- que en la notaría a su cargo, se vulnera la ley de manera deliberada, al llevar a cabo las funciones de fedataria una persona que según el criterio del propio colegio, en varias ocasiones ha sido reprobada para alcanzar tal ejercicio profesional.
UNA MUESTRA DEL EJERCICIO DEL PODER
Al arranque del sexenio del licenciado y notario Ney González, varios abogados que recibieron el fiat para ejercer como tales, se les ocurrió la idea de juntarse con el gobernador que se los autorizó, Rigoberto Ochoa Zaragoza; nada tiene de raro este asunto, exitosos abogados que le muestran su agradecimiento al personaje que los unció como fedatarios.
Sin embargo a los pocos días de esta reunión, se llevó a cabo la visita protocolaria del Colegio de notarios con el entrante gobernador, quien entre otras cosas les endilgó una ruda filípica, autoafirmando que a partir de entonces, sólo sus chicharrones iban a tronar en todos y cada uno de los asuntos concernientes a los fedatarios, y para aquellos agradecidos con Rigoberto, les advirtió que “no lo vuelvan a hacer, políticamente se ve mal…”
Alguno de los señalados, solo alcanzó a balbucear con la frase de inicio del actual sexenio, “es que…, pues todos y todas somos Nayarit…”
En aquella ocasión, el señor gobernador se despidió de manera poco amable, y los regañados tuvieron que asumir las miradas de reproche de sus cofrades.
Por tanto, se explica que no hayan dicho ni pío cuando el procurador hizo alarde con el petate del muerto al promover al notario Salas, como el designado por el gobernador para dirigir al alicaído colegio de notarios, nadie se atrevió a tratar de confirmarlo, ni siquiera su compadre y asociado que tiene el privilegio de interlocución inmediata con el ejecutivo estatal.
Poco margen de maniobra tienen los notarios cuyo negocio en mas de veinte años apenas tienen unas cuatro mil escrituras, sin actualizarse, con instrumentos arcaicos, tienen que estar en puestos públicos para poder sobrevivir; de ahí la constante en todos ellos, quieren a toda costa hacer de sus hijos los notarios chiquitos, aunque no den la edad, no tengan los conocimientos necesarios, ni el tiempo de ejercicio para merecer el fiat.
Y en tales manos de dichos personajes se encuentran los destinos de trascendentales asuntos de los náyaros, cuestiones de vital importancia como los negocios y patrimonio de las familias, un gremio ahora en capitis diminutio, que se mantiene en status quo ante la avasallante personalidad de un gobernante que sabe para que sirve el poder, y lo ejerce en toda su expresión legal y meta legal…
German Goldman y Jorge Careaga con sus enfrentamientos con el poder, quedan ahí como ejemplo de pundonor, insumisos que de una u otra manera se han salido con la suya...
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