>Una compañera periodista que imparte cátedra en la Unidad Académica de Medios de la Universidad Autónoma de Nayarit lo advirtió: “vendrá una discusión estéril”, para referirse a la legalización del aborto y al casamiento de parejas del mismo sexo, temas tan escabrosos que el grupo parlamentario del PRD pretende incrustar como parte de la agenda del poder legislativo del Estado de Nayarit.
Hasta el momento es desconocida la forma en que el PRD estatal planteará la definición de los temas en cuestión, pero seguro es que su propuesta será con base a la jurisprudencia que tan buenos resultados dio a su partido en el Distrito Federal. Jesús Castañeda, coordinador de la bancada perredista, tan sólo ha expresado que “aunque se asuste la gente” promoverán la despenalización del aborto y la ley de convivencia.
Y no dará frutos la discusión, previene la colega, porque será mínimo el aporte de nuestros eruditos locales al manido asunto nacional referente a la despenalización del aborto, además porque hay conciencia de las enormes controversias que genera el tema y que finalmente no producen nada. Fundamental ha sido la negativa de la Iglesia Católica porque se interrumpa el embarazo antes de las doce semanas de gestación. La reciente decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación de declarar constitucional la despenalización del aborto, la jerarquía católica consideró la enmienda como una ley criminal.
En Nayarit con las instituciones encargadas de la impartición de la justicia, de derechos humanos y organizaciones civiles no habrá mayor problema, pero sí con la tenaz oposición de la Iglesia católica tan ancestralmente aferrada a la sexofobia.
Por ejemplo, el catolicismo estableció el principio que toda actividad sexual para no ser pecaminosa, debe tener lugar dentro del matrimonio y debe orientarse hacia el fin concreto de la procreación. Inclusive dentro del matrimonio imponía obligatoria abstención sexual durante una creciente cantidad de días (más bien noches, ya que el sexo diurno fue considerado como pecado: se trata de actos vergonzosos que no aguantan la luz del día), y se inculcaba a lo feligreses la idea de que el único fin del sexo es el de la procreación. Además el clero daba el consejo de procurar que el acto sexual no produjera placer: nada de desnudez, de exóticas actitudes, de besos libidinosos, de sexo anal u oral, entre otras variantes; además, la pareja debería de limitarse a un solo orgasmo en cada una de las noches en que el sexo era lícito, y debía practicar el coito en circunstancias que hicieran la concepción verosímil (de manera que después de la menopausia la mujer debía practicar una castidad total).
Ejemplos son en vastedad del poder espiritual que la iglesia católica impone a los creyentes. Hoy en día la jerarquía católica echa mano de llamados como la objeción de conciencia en un intento de influir en la mujer a que abandone el propósito de abortar. Curiosamente hay médicos, seguramente católicos, al servicio de instituciones públicas de salud que recurren a la objeción de conciencia durante la mañana, pero en la tarde cuando ejercen la medicina privada se les “olvida” la objeción de conciencia de las pacientes.
En una especie de resignación, o de negocio, la iglesia católica puso en funcionamiento un santuario para las víctimas del aborto en el panteón civil de Dolores del Distrito Federal con el auspicio de la arquidiócesis de México a instancias de organizaciones sociales antiabortistas.
Será una capilla de 200 metros cuadrados, espacio destinado a la oración, pero con la posibilidad de que en el futuro las madres puedan depositar las cenizas de sus “hijos no nacidos”. Dice la Arquidiócesis: Queremos que las madres sepan que pueden solicitar al hospital los restos de su niño abortado y su incineración para depositarlo en un lugar, el santuario o una cripta particular, para evitar el riesgo de que los restos humanos sean utilizados en investigación o con fines comerciales.
En fin, será demasiado interesante saber que el diputado perredista, Jesús Castañeda, cuando menos logre introducir a la agenda de la 29 legislatura el tema de la despenalización del aborto en Nayarit. Creo que encontrará dificultades, incluso su interés podría quedar en un buen propósito virtud a la incondicionalidad del presidente del Congreso, Manuel Narváez, al Ejecutivo estatal, y si la iglesia católica ejerce presión al gobernador Ney González para evitar la reforma al Código Penal.
Hace tiempo que el gobernador González mantiene relaciones más que amistosas con la jerarquía católica que practica el poder religioso con influencia en la vida política, jurídica y económica de la entidad. Se comprueba aún más el vínculo con la reciente iniciativa de decreto que el mandatario estatal envió al Congreso del Estado solicitando autorización para la donación de un terreno a la Diócesis de Tepic.
Se trata de una superficie de tres mil metros cuadrados de la reserva territorial de La Cantera, donde se hará la erección de un templo que la nueva zona habitacional requiere para la realización de actos religiosos. Como la Diócesis de Tepic declara insolvencia económica para la construcción del edificio, se colige que de ello también se hará responsable el gobierno del Estado.
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