>Tepic, donde nos tocó vivir, se está llenando de locos. Es común ver en colonias y el propio centro de la ciudad que vagan sin rumbo personas que han perdido la razón. Casi siempre mugrosos y harapientos, cargando inverosímiles objetos, seres apacibles la mayoría. Al vistazo sabemos que son personas que llegaron procedentes de otro sitio del país, porque los loquitos nuestros los conocemos de antaño.
Supe que al norte de la ciudad, en la periferia de un campo de fútbol, deambulaba uno de estos personajes que mucho llamó la atención porque a gritos se expresaba en inglés. En una ocasión me correspondió observar en el cruce de las calles Zaragoza y Bravo a un demente joven sentado ahí, en el momento que por el lugar pasó otro afectado de mayor edad con paliacate amarrado alrededor de la cabeza y veloz paso, los que al encuentro se saludaron alzando la mano como si fueran viejos conocidos.
Hace tiempo era mi deseo hablar de este tema de escasa significación, pero avivó la apetencia la reciente publicación sobre la vida de Samuel Arias “El Comunista”, personaje a quien admiré por su elocuencia dentro de su desequilibrio mental, pero además por su manera de vestir, con calcetines calzar huaraches y desplazarse en bicicleta a los diferentes puntos de la ciudad. Un personajazo típico de la capital.
Doy paso a la narrativa del historiador Enrique S. de Aguinaga Cortés: “Nació en Tepic en 1924 (Samuel Arias Gutiérrez)…Ingresa a la Facultad de Medicina (Guadalajara) y logra terminar tercero o cuarto grado, hasta que algo desconocido, jamás descubierto, lo afecta y sufre un mal cerebral. Samuel siempre destacó por tener una inteligencia superior y era reconocido por poseer un coeficiente intelectual muy elevado.
A partir de ahí, Samuel se dejó ver en una bicicleta portando unos enormes cartelones, en donde en uno –entre otras cosas-, tenía pintado el número 44 y que representaba –según él-, a sus 44 maestros que había tenido en su carrera trunca de Medicina
Admiraba mucho al presidente norteamericano John F. Kennedy y era un ideólogo liberal y católico, por lo que le molestaba mucho cuando alguien le gritaba ¡tú lo mataste!...y en ocasiones respondía: … ¡y tú te lo comiste!
Sam era muy dado a presentarse en cuanto acto público hubiere, sobre todo en los políticos y cuando en este se encontraba el gobernador (Julián Gascón Mercado), don Samuel rápidamente lo interpelaba, lo interrumpía, lo que ocasionó que la policía determinara que cuando fuera a efectuarse un acto donde iba a estar presente el gobernador, salían a buscar a don Samuel y lo encarcelaban; pasado el acto lo dejaban libre, pero don Sam sabía que por órdenes de don Julián, así que cuantas veces lograba evadir a la policía y la seguridad del gobernador, se le plantaba enfrente y le reclamaba con más ganas”.
De Aguinaga afirma que Samuel Arias murió (23 de octubre de 1980) en el Hospital Civil de Tepic, víctima de enorme puñalada de un amante celoso, de estatura muy baja, originario de San Fernando, cerca de Puga. Después de un acto en la Concha Acústica del paseo de La Loma, Sam entabló conversación con una mujer, en eso llega el músico y a jalones pretende llevarse la mujer, nuestro personaje intercede en defensa de la dama y a cambio recibe la puñalada.
Estos son los personajes nuestros, de los que incluso llegamos a sentirnos orgullosos.
También al paso del tiempo por calles de nuestro querido Tepic deambularon, realizando acciones al margen de la norma, Panchito “El Tentón”, Concha Moños, Teto Tereleto, Cheto, Cachimbas, Lencho, La viejita de los chivos, es decir La Meee; y Picachos, entre otros, que con atingencia consignó Don Julio Mondragón González (+) en su obra: Del vivir: Personajes pintorescos de Tepic.
Existe el antecedente de que ambulancias de instituciones de salud son cargadas de locos y de Guadalajara, Jalisco, quizá hasta de otras entidades de la república, son transportados de noche a nuestra ciudad, donde en el libramiento carretero los dejan en libertad y se esparcen por los diferentes sitios de la capital nayarita.
Las autoridades correspondientes nada hacen por evitar este acontecimiento. Será porque estos personajes no representan carga económica para el Estado, no alteran el orden público ni la paz social, pero lo que es más lamentable: no votan.
Mail: osgobi@hotmail.com
Deja tus comentarios