¿Quién se aterroriza ante el rumor popular, ciudadanos o gobernantes?

- Dic 29, 2008
  • >Nayarit como Venezuela o el Medio Oriente en libertad de expresión

El 28 de diciembre del 2006 el presidente venezolano Hugo Chávez anunciaba su decisión de no renovarle licencia a la cadena de televisión RCTV, cuya línea editorial se había mostrado claramente crítica a su gobierno. Chávez  justificó su decisión acusando a la en ese entonces más antigua televisora de Venezuela de “golpista”.

Tras una polémica de alcance mundial desatada tras ese anuncio la cadena efectivamente perdió su licencia y por ende la señal de transmisión. Actualmente uno de los argumentos esgrimidos por el gobierno del teniente coronel Chávez para actuar contra medios de comunicación es el de una supuesta campaña de terrorismo mediático contra su Revolución Bolivariana. Uno de los casos más sonados fue la muerte de 6 niños en un hospital público por falta de médicos, sin embargo, el presidente y su gabinete, lejos de reconocer las deficiencias en los servicios médicos culparon de la tragedia precisamente al “terrorismo mediático”.

En Nayarit, producto de la inconformidad social por los casos de violencia recientes,  apenas unos días previos a la navidad los diputados nayaritas, los treinta, le regalaron a sus representados una reforma al código penal, con la que pretenden sancionar con cárcel a todo aquel que produzca o propague información por cualquier medio que aterrorice a la población. El boletín del congreso del estado de Nayarit es más que claro:

“Para prevenir la generación de un clima de temor e inseguridad; la finalidad de estas reformas al Código Penal y de Procedimientos Penales es inhibir que a través de los instrumentos tecnológicos y principalmente por medio de la Internet, se infunda temor a la población de nuestra entidad con la publicación y envío irresponsable de mensajes amenazadores o de terrorismo; está dirigida no solo a sancionar este tipo de acciones, sino también a prevenir la generación de un clima adverso, de miedo e inseguridad entre los nayaritas…”

Sigue la joya apoyada incluso por el jurista Juan Echegaray: “Es decir; se sancionará a quien genere, difunda o propague información que produzca alarma, temor o miedo en la población o en un grupo o sector de ella, y perturbe la paz pública.”

De paso los legisladores blindaron y dotaron de herramientas para la coerción al gobierno de las posibles críticas a las que pudiera ser sujeto, pues será muy difícil que logren determinar con buen juicio la frontera entre la incómoda pero legítima crítica y la información que infunda terror. O ¿alguien cree que no tendrán la tentación de usar esta “genial” reforma para reprimir a sus críticos? Pero continuemos:

“En la modificación al Código Penal da capacidad a las autoridades correspondientes en la investigación para acceder a este tipo de información, lo que debe de hacerse con la inmediatez posible para evitar su modificación o destrucción por el dinamismo que en estos sistemas se tiene; así mismo, en el artículo 106 bis se señala que la persona está obligada a proporcionar la información que se requiera en el desarrollo de una investigación de un probable delito.”

Es decir, la intención de los diputados nayaritas es la de despojar a la eficiente procuraduría de justicia de la molesta necesidad de orden de cateo para poder intervenir de inmediato equipos de cómputo y de impresión. ¡Todo sea por la paz y el orden, faltaba más!

Parece pues que los gobernantes con formación autoritaria y cuyo común denominador es el populismo demagógico encuentran tras las libres manifestaciones de las ideas motivaciones terroristas; sin embargo, cabría preguntar ¿Quién se aterroriza ante el rumbo que toma el rumor popular, los ciudadanos o los gobernantes?

En el sitio de Reporteros sin Fronteras (http://www.rsf.org) presentan una lista de los "Enemigos de Internet", la cual consta de 15 países, aquellos cuyos gobiernos agreden tanto a medios convencionales como a los usuarios de Internet: Arabia Saudí, Belarús, Birmania, China, Corea del Norte, Cuba, Egipto, Etiopía, Irán, Uzbekistán, Siria, Túnez, Turkmenistán, Vietnam y Zimbabue. Entre las acciones de esos gobiernos han diseñado “arsenal legislativo” para combatir el medio, caza en los cibercafés, control de los proveedores de acceso...", señala Reporteros sin Fronteras.

Pero ya hay una especie de segunda división de gobiernos censores, entre los que destacan: Bahrein, Emiratos Árabes Unidos, Eritrea, Gambia, Jordania, Libia, Malasia, Sri Lanka, Tayikistán, Tailandia y Yemen. A diferencia de los primeros, “no encarcelan a los bloggers ni censuran masivamente la Red. Pero la tentación es muy grande y los patinazos frecuentes. A menudo estos países han creado el marco jurídico necesario para amordazar Internet, cuando les parece bien. Sus autoridades judiciales o políticas utilizan a veces las leyes antiterroristas para vigilar y localizar a opositores y militantes, que se expresan en la red.”

Ahora con la pedante reforma que nos regalaron los 30 diputados locales de Nayarit sitúan a su estado entre la élite de medio oriente. Venezuela tiene eso y su caudillo carismático. En Nayarit sólo falta el petróleo.

Lord Nordcliffe, dueño de uno de los consorcios más poderosos de periódicos de principios del siglo XX decía "Dios enseñó a los hombres la lectura para que yo pueda decirles a quién deben amar, a quién deben odiar y lo que deben pensar." Ahora en Nayarit además se castiga a todo aquel insensato que no use así su capacidad lectora.

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