Perfil Político/ Dos alcaldes, dos estilos

- Feb 18, 2009

>*Más allá de compartir un nombre, Paniagua y López encarnan dos proyectos políticos radicalmente diferentes, ya que mientras el primero llegó por segunda vez a la alcaldía de Bahía gracias a un intenso trabajo político, el segundo consiguió la alcaldía de Compostela como un regalo del gobernador Ney González.

SOL Y SOMBRA. En los municipios de Bahía de Banderas y Compostela se deposita la mayor parte de la llamada Riviera Nayarit, el megaproyecto turístico del gobernador Ney González Sánchez que está llamado a convertirse en la columna vertebral de la economía nayarita en el corto, mediano y largo plazo. Ya a estas alturas la Riviera Nayarit es el principal captador de inversiones a nivel nacional por lo que es seguro que en el mediano y largo plazo se cumplirá el pronóstico de Ney González en el sentido de constituir el polo turístico más importante de México.

En este esquema el municipio de Bahía de Banderas ha dado grandes pasos pero en la segunda etapa será el municipio de Compostela el que jugará un papel importante a raíz de que despegue el proyecto del área del Capomo con todo y aeropuerto incluido. Por eso serán fundamentales las acciones que emprendan durante este trienio dos presidentes municipales de la zona, Héctor Paniagua de Bahía de Banderas y Héctor López de Compostela. Sin embargo, más allá de compartir un nombre, Paniagua y López encarnan dos proyectos políticos radicalmente diferentes, ya que mientras el primero llegó por segunda vez a la alcaldía de Bahía gracias a un intenso trabajo político, el segundo consiguió la alcaldía de Compostela como un regalo del gobernador Ney González. Héctor Paniagua Salazar se forjó en la iniciativa privada como contador público, lo cual le dotó de una imagen de hombre duro y poco político, sin embargo sorprendió a todos cuando ganó la presidencia municipal por primera vez en el 2002. Sin formación política, Héctor Paniagua tuvo la visión de entender a su pueblo y logró desmantelar en tres años una pesada estructura de cacicazgos que ostentaba el poder en la bahía, al grado de que el delfín de Paniagua, Jaime Cuevas Tello, no tuvo problemas para ganar la alcaldía en el 95.

LAS REVELACIONES. Pero el mayor logro de Héctor Paniagua no consistió en ganar la alcaldía de Bahía en el 2002, ni siquiera haber impuesto a Jaime Cuevas en el 2005. Su mayor éxito, su hazaña mayor, fue haber ganado de nueva cuenta la candidatura del PRI en el 2008 para luego triunfar de calle en las urnas, demostrando que pese a todo lo que se dijo de él el cariño que le tiene su gente seguía siendo enorme. Aunque llegó de forma tardía al quehacer público, en la práctica Héctor Paniagua demostró que es un político de tiempo completo, de esos que abundaron en la vieja guardia caracterizados por su gran vocación de servicio y su enorme sensibilidad política. La gran diferencia entre Paniagua y los viejos dinosaurios del PRI radica en que para los viejos políticos el populismo y el paternalismo eran fundamentales, en cambio Héctor Paniagua no cae fácilmente en el populismo. Por el contrario, se le crítica con frecuencia su forma dura de responder a muchos ciudadanos que acuden al ayuntamiento en busca de una dádiva de corte populista. En su segunda estancia en la presidencia municipal de Bahía de Banderas Héctor Paniagua ya no tiene qué demostrar que es un buen administrador, ahora su reto es ganarse un lugar en la historia como el mejor alcalde de la bahía, por eso está empeñado en realizar la mejor gestión de la corta historia de ese municipio, para lo cual pretende dotar al municipio de un presupuesto histórico: mil 40 millones de pesos para este año, de los cuales 700 millones serán para obra pública. En contraste, Héctor López consiguió su diputación y la presidencia del CDE del PRI en gran parte debido a la escasez de cuadros políticos en el estado. Sin mayores méritos que la fuerza de sus padrinos, Héctor López pasó por el PRI Nayarit sin pena ni gloria y ganó la alcaldía de Compostela gracias a las desastrosas administraciones anteriores. 

UN PROBLEMA, DOS VISIONES. Para medir el nivel de cada uno de los Héctor podemos tomar como referencia un mismo problema que afecta a los dos municipios: el de la basura. En Bahía de Banderas Héctor Paniagua llegó a la alcaldía y descubrió que el municipio había sido condenado por Jaime Cuevas Tello a pagar una abusiva concesión a la empresa GIRRSA para que se haga cargo de la recolección de basura en las zonas turísticas del municipio. La forma oscura y casi secreta en la que Jaime Cuevas otorgó la concesión a GIRRSA en las postrimerías de su mandato hacen sospechar a muchos de que el propio ex alcalde está metido en el negocio, en parte porque el propietario visible de GIRRSA es Juan Carlos Castro Almaguer, el hombre de más confianza del ex alcalde vallartense Gustavo González Villaseñor, primo lejano del propio Jaime Cuevas Tello. Aunque Gustavo González Villaseñor asegura no tener nada que ver con GIRRSA, tanto en Bahía como en Vallarta se cree que sí está metido en el negocio, tanto como el mismo Jaime Cuevas Tello, quien como alcalde hizo cosas que al menos parecen malas. En todo el valle es fácil detectar obras de infraestructura que de entrada dan la impresión de haber sido construidas para beneficiar a grupos particulares, como es el caso de una carretera que no lleva a ningún lado, tan solo atraviesa enormes extensiones de propiedades de la familia Cuevas. En cuanto al contrato firmado por Jaime Cuevas con GIRRSA, según las primeras revisiones hechas por la nueva administración es desventajoso para el ayuntamiento, quien está obligado a pagarle a GIRRSA un millón de pesos mensuales a cambio de un servicio altamente cuestionado. Por eso la primera instrucción del alcalde Héctor Paniagua fue la revisión a fondo de la concesión con la clara intención de corregir los abusos y establecer una relación más equitativa.

SIN ENTENDER RAZONES. Por su parte Héctor López Santiago, lejos de evitar incurrir en el mismo error cometido por Jaime Cuevas al concesionar a un particular el servicio de aseo público, pretende dar el mismo paso, entregando la responsabilidad de la recolección de basura en las zonas turísticas de Compostela a la misma empresa que es tan cuestionada en Bahía de Banderas. Resulta difícil de entender cómo es que mientras en Bahía de Banderas se busca la forma de evitar los abusos de GIRRSA, en Compostela el alcalde Héctor López está preparando el terreno para otorgar una concesión similar a la misma empresa. Una de las razones por las que Héctor Santiago está interesado en beneficiar a GIRRSA con una concesión que a todas luces dañará las finanzas del municipio podría ser la figura del propio Jaime Cuevas Tello, quien en su carácter de titular del Seguro Popular tiene comunicación con todos los alcaldes de estado. En lugar de promover la salida más fácil, Héctor López debe modernizar el servicio de aseo público para brindar un servicio eficiente sin más costo para los ciudadanos. Por desgracia está comprobado que detrás de la mayoría de las concesiones de este tipo existe el tráfico de influencias y la clara intención de beneficiar a un particular para que se enriquezca a costillas del presupuesto público. La concesión de la recolección de la basura no es la mejor opción para municipios como Bahía de Banderas y Compostela, aunque sí la más cómoda para los gobernantes mediocres o ladrones. Ojalá que Héctor López experimente en cabeza ajena y aproveche la experiencia de Bahía de Banderas con GIRRSA para dejar de lado su loca idea de concesionar el servicio. Por su parte Héctor Paniagua seguramente llegará hasta las últimas consecuencias en la revisión del contrato de GIRRSA y conseguirá condiciones más justas para el municipio.

POSDATA. En lo que se refiere a productividad, no hay comparación entre Héctor Paniagua y Héctor López, ya que mientras el alcalde de Compostela espera tiempos mejores para arrancar grandes obras, en Bahía de Banderas Héctor Paniagua se la pasa iniciando obras pese a que todavía no empiezan a fluir los préstamos bancarios. La excelente relación que Paniagua lleva con muchos contratistas ha permitido la asignación y arranque de obras sin que el municipio aporte cantidades millonarias. La otra opción que tiene Paniagua es cruzarse de brazos y esperar a que del cielo le caigan los 700 millones de pesos esperados, pero el contador no tiene tiempo qué perder y prefiere hacer las cosas a su manera.

Deja tus comentarios