>A la nausea cotidiana de las sucias ediciones, hubo que adicionarle la confirmación de los plagios que por variopintas causas llegaron al absurdo del otorgamiento de un premio estatal de periodismo, para demérito y escarnio de los integrantes del jurado; y para la chunga de empresarios y hacedores de los medios, la situación propia de una ópera bufa, donde a lo inaudito del hecho, se confirmó el cinismo pueril del falsario, en vacuo intento de paliar la suprema humillación recibida y…, merecida.
En sus relaciones con los periodistas, los gobernantes siempre tienen la actitud magnánima; son monsergas necesarias para el decurso de una hegemonía política, los desencuentros o complicidades se dan con los empresarios, quienes de acuerdo al clima y actitud del jefe político, determinan su línea editorial; prensa informativa, prensa de opinión, prensa interpretativa, el reportero informa, el periodista de opinión, interpreta y opina.
Este es el juego de Juan Pirulero, en donde cada quién debe saber su juego; lo curioso del caso, es que partimos de reglas pre establecidas, anteriormente conocidas y aceptadas por todos. Hogaño los nuevos protagonistas, con un espontaneísmo que llega a la conmoción, hicieron un verdadero pozole, de reglas, géneros periodísticos, de conductas frente y contra los gobiernos estatal y municipales.
Se adocenó el periodismo, los empresarios, los periodistas de todo género y un factor decisivo de esta “capitis diminutio” ha sido el modelo de comunicación social del gobierno; tenemos años en una espiral absurda por degradante, el mérito mayor actual, es quién exhibe la mayor estulticia, tanto reptante como para erigirse en la antítesis del periodismo formal, la chabacanería y la perversión delincuencial llegaron para quedarse y para ser usados como gatilleros del poder.
Lo nauseabundo de la prensa de alcantarilla tomó por asalto el despacho del gobernador, las oficinas públicas y los puestos de periódicos, lo permitieron ellos, luego han sido degradados, victimizados todos, políticos, empresarios, periodistas, la sociedad, los partidos políticos, las instituciones sociales; la prensa de alcantarilla es hoy igual o mas importante que los mas elaborados esfuerzos de generar opiniones y análisis del devenir político y social de la entidad.
Al violentar de manera impune todo el catálogo de los ilícitos contra el honor y la dignidad de las personas, el ejemplo se disemina como una mala yerba, surgen de inmediato imitadores y ahora vemos estúpidos pequeñitos que van que vuelan a convertirse en los nuevos imbéciles, porque el normatipo sigue rampante, enriqueciéndose con el estercolero de sus ediciones, pervirtiendo al publicar los vicios privados de los hombres públicos y haciendo el pingüe negocio del mas puro y eficiente chantaje vil, depredador de todo valor social, jurídico, político.
Lo grave del caso, es la inaplicación de la ley, cuando es reiterativa la recurrencia del delito; esta falta de cohesión en la procuración de justicia de la administración del gobernador Ney González, debilita su presencia en todo el tejido social; y la cereza del pestilente accionar del delincuente, es el otorgamiento del premio estatal de periodismo, una vez demostrado fehacientemente el plagio, ningún integrante del jurado calificador ha dicho algo, cuando se impone por algo mas que respeto por sí mismos y por lo que el gobierno les otorgó tal función, la inmediata corrección.
Ya fueron engañados, al corregir su ignorancia y falta de cuidado demuestran cordura, de lo contrario pese al acreditamiento del plagio si subsiste el galardón, menudo mensaje le envían a la sociedad, a los medios y a sus hacedores; ¡abajo la inteligencia! ¡viva la podredumbre, el fraude, los plagios y la impunidad para delinquir!
Entonces sí, además de tener un gobierno e instituciones de cínicos, le dan certificado de validez e impunidad a los delincuentes, a la antítesis de los valores que debieran ser los instrumentos de cohesión del gobierno con la sociedad; y ¿el periodismo que aspira a ser socialmente útil…? ¡Pues que se vaya al caraxxo..!
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