Silencio oficial en torno a balacera de la semana pasada

- Ene 29, 2010

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El policía asesinado

Del tiroteo que alarmó a los habitantes de Tepic la semana pasada lo único cierto es que la Procuraduría General de Justicia sólo tiene a las dos camionetas aseguradas utilizadas en el mismo, ya que desde el fin de semana pasado los presuntos tres vendedores de autos fueron liberados "por falta de pruebas".

Ahora se sabe, que un cuarto detenido el pasado jueves 21, día de la balacera, fue llevado gravemente herido al hospital del IMSS y murió el sábado. Hasta el momento, la ahora llamada Agencia Estatal Investigadora (AEI) ha mantenido en secreto la identidad de los detenidos y del fallecido. Hermetismo total.

Por otra parte, el mismo sábado murió el agente de la AEI adscrito a la Comandancia de Homicidios, Josué Omar Zamora Vázquez, quien resultó con herido en la cabeza durante el enfrentamiento. En medio del dolor y la indignación de su familia y de sus compañeros de trabajo, fue sepultado el lunes.

Fuentes extraoficiales aseguran que la liberación de los “vendedores de autos” fue ordenada por el director de la AEI, Julio César Betancourt y que nunca estuvieron a disposición del Agente del Ministerio Público.

Las diversas versiones coinciden: la balacera del jueves 21 fue un enfrentamiento entre bandas del crimen organizado.

Inicialmente, la primera corporación en toparse con los delincuentes,  fue la Policía Municipal de Tepic, quien no tuvo la capacidad de encararlos ante el poderío de sus armas. Un nerviosísimo Edgar Veitia, secretario de Seguridad Pública Municipal, mejor optó por concentrar a todos sus elementos sacándolos de la refriega.

Fue entonces cuando los policías estatales entraron al enfrentamiento en la colonia Santa Teresita primero y en el barrio de Acayapan después, quedando en el fuego cruzado de los dos grupos que se tiroteaban entre sí.

No se ha podido determinar en qué momento y bajo qué circunstancias fueron aprehendidos los presuntos "vendedores de autos", tampoco cuándo cayeron abatidos el policía y el supuesto deliencuente, mucho menos cómo lograron escapar el resto de los hombres armados.

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