Increíble: domina Nayarit tráfico de heroína en Oeste de Estados Unidos

- Feb 25, 2010

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Recientemente, el influyente diario californiano Los Angeles Times publicó un reportaje gigante acerca de la mafia distribuidora de heroína negra conocida como “Xalisco boys” originaria del municipio nayarita del mismo nombre. Pero ésta increíble historia, desconocida hasta ahora para la mayoría de los nayaritas, ya había sido revelada en octubre de 2009 por el prestigiado periodista méxicoamericano César Ibarra, en el artículo que a continuación reproducimos con autorización del autor.

Phoenix, Arizona.- (Especial) Jóvenes desempleados de Nayarit, son reclutados para ser llevados sin documentos, a los Estados Unidos. Al aceptar formar parte del grupo, pasan de la mediocridad callejera, al “orgullo” de sentirse “especial” dentro de las filas del narcotráfico.

Así es el caso de Guillermo Bobadilla, quien fue llevado de Nayarit a Tijuana y luego hasta Albuquerque. Ya estaba “entrado”. En este caso, desde los gomeros que cosechan la base para la heroína en Nayarit hasta los distribuidores en las calles de Albuquerque y Phoenix, son de ese estado.

Es parte de lo que las agencias policíacas en Nuevo México y Arizona califican como “nueva moda”: los narcotraficantes mexicanos están eliminando a los intermediarios y establecen sistemas de distribución, parecidos a las franquicias comerciales. De esa manera, tienen sus propios “agentes de representación” en cada vínculo de la organización.

El negocio de la heroína ha crecido en las calles de Phoenix y Albuquerque. Heroína cosechada en Nayarit. La llamada “black tar”. La negra. En el caso de Phoenix, es la droga más buscada por adictos. Entre éstos se incluyen usuarios de “cristal”, “piedra”, metanfetaminas. Ahora han cambiado, dicen los reportes policiacos en Phoenix.

Como coincidencia y con días de diferencia, la información de la policía de Albuquerque, dice lo mismo.

En Phoenix y Tucsón, en Arizona y Albuquerque y Santa Fe, en Nuevo México, aumentó considerablemente en los últimos meses, el uso de heroína. Y con esto, la violencia, el crimen, particularmente en el renglón de los asaltos cobrando deudas. No hace mucho, un grupo de pistoleros mexicanos asaltaron una casa en Phoenix. La balearon con metralletas, dejando cientos de orificios marcados en las paredes como manchones de marcadores negros desesperados. Mataron al residente. Fue una acción “estilo militar”, dice el parte de policía de esta ciudad. Estilo “los zetas”, aunque de inmediato los voceros policiacos, negaron que haya un vínculo. Fue ciertamente, una acción estilo Tijuana, Ciudad Juárez o Culiacán.

En el caso del joven Bobadilla que mencionamos en el segundo párrafo, se trata de un individuo aprendiz de mecánico originario de Tepic. Fue llevado a Tijuana. Allí, le cambiaron el nombre. Pasó a ser Moisés Reyes Bojórquez.

Contrataron a un coyote. Lo llevaron a Albuquerque. Le enseñaron la ciudad. Lo ubicaron en un sector conocido por adictos. Le proporcionaron globos con un cuarto de gramo de “la negra” y el compromiso, era trabajar seis meses. Después sería llevado a Tepic. Con sus ganancias. Otros seis meses y lo mismo: Tijuana. Coyote. Transportado, pero esta vez a Phoenix o a Las Vegas, Nevada. Para evitar “la calentura”.

Bobadilla era parte de la organización dirigida en Albuquerque, por Juan Arturo Cruz Mora, que distribuyó heroína en esa ciudad por poco más de un año.

Según la información proporcionada por agentes federales, los distribuidores de heroína trabajaban como el negocio de la pizza o los taxis: El adicto llamaba. El despachador tomaba la información, incluída una clave. Un entregador llevaba la mercancía y recogía el dinero en algún estacionamiento. Bobadilla se distinguió como “entregador”. Pero también fue detectado por agentes federales. Le tomaron videos y fotos. Luego fue detenido igual que a otros 15 jóvenes. Todos de Nayarit y que distribuían heroína en la ciudad que había sido dividida en sectores por Cruz Mora. Y todos fueron entrenados en Tijuana. En “las tienditas” de los barrios y hasta en las “unidades móviles” que ahora usan. O sea que “los graduados” en el escenario tijuanense, tienen chamba segura en algún lugar de norteamérica.
Bobadilla fue sentenciado a 10 años en prisión.

Un resumen informativo de agencias antidrogas, establece que los narcotraficantes mexicanos han eliminado a los intermediarios y controlan el negocio desde el cultivo de la amapola –en este caso en Nayarit–, hasta el uso del adicto en las calles de Tucson, Phoenix, Albuquerque, Santa Fe y han establecido centros de distribución en Denver, Kansas City, Omaha, Salt Lake City Utah y Saint Louis, Missouri.

Se han organizado. Controlan sectores de producción, almacenamiento, franquicias por sectores en la Unión Americana y hasta los entregadores y cobradores. Y promueven el contrabando de humanos y de las drogas. Muchos han sido detenidos por traer heroína en compartimientos secretos en botas vaqueras. Otros, utilizan autobuses comerciales, principalmente en las rutas El Paso, Texas-Albuquerque, San Diego-Los Ángeles. Los Ángeles-Phoenix-Albuquerque.

El Procurador Federal en Nuevo México, Gregg Fourrat, dijo que, “donde los cárteles de las drogas operaban exclusivamente en la venta por mayoreo en el mercado de los estupefacientes, ahora están de lleno dedicados a tomar hostilmente, el mercado al menudeo”.

Y esa droga “negra”, altamente peligrosa, ha burlado con facilidad, para llegar a la frontera norte y noroeste, los retenes o “precos” en Nayarit, Sinaloa y Sonora. Ha viajado libremente. Seguramente, se han pagado los boletos de paso, que son cadena de corruptelas, tema atractivo para otros escritos...

Contacto: cesar.elpachi@gmail.com

 

{jathumbnail off}>* El autor es periodista mexicano radicado entre Phoenix, Arizona y Albuquerque, Nuevo México. Fue director de Noticias de una afiliada de Univision, ex corresponsal de Televisa, UPI y CNN en español. Con más de treinta años de experiencia César Ibarra es calificado en Estados Unidos como un comunicador certero, crítico autorizado, y un sagaz analista social.

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