>México.- Un simple dolor de cabeza, un arranque de furia o un mero estiramiento muscular. Y en ese instante, su vida (marcada por los excesos, las adicciones, la fatiga, las giras mundiales) cambia por completo. Cada vez es más larga la lista de rockeros que, cuando apenas van hacia la segunda mitad de su vida, son sacudidos por un llamado de alerta, un mensaje de su cuerpo que les pide detengan su trajín.
Entre las personas que se han visto sacudidos por su organismo están: el cantautor argentino Gustavo Cerati, quien se encuentra en estado de coma, Bret Michaels, vocalista de Poison, que sufriera un derrame cerebral, Bono fue operado de emergencia por una lesión en la espalda y Charly García entra y sale de rehabilitación por consumo de drogas.
Michaels se sometió a una apendicetomía de emergencia en abril y se esperaba su completa recuperación. Días después volvió a la sala de emergencias por un dolor de cabeza que resultó ser una hemorragia cerebral. Cuando se recuperaba de la hemorragia en mayo sufrió un preinfarto y le diagnosticaron un orificio en el corazón.
"Comenzó a dolerme el cuello, pensé que era una torcedura, y al llegar al hospital me diagnosticaron derrame en la base del tronco cerebral", narra Bret Michaels, vocalista de Poison al recordar su trance.
Ese mismo dolor de cabeza sintió Gustavo Cerati aquella noche después del concierto en Caracas, Venezuela. Luego se desvaneció, lo llevaron al Centro Médico La Trinidad y a la medianoche el neurólogo ya tenía el diagnóstico: "Accidente vascular isquémico, con asfixia de expresión y problemas en el habla".
En principio podría parecer que son víctimas del azar ya que en ambos casos los testigos aseguran que no hubo señales de alerta. "Nos tomó por sorpresa, yo tuve la oportunidad de estar en los camerinos inmediatamente después del show, se le veía en perfecto estado, conversamos tranquilamente", dijo Santiago Otero, el empresario organizador del último concierto de Cerati.
"Michaels había salido de su operación de apéndice hace una semana en perfecto estado", declaró Joann Mignano, publicista de Poison. Pero los estudios médicos revelaron muy pronto que sus accidentes neurológicos fueron producto de su ritmo y estilo de vida. Cerati, por ejemplo, fumaba hasta 40 cigarros diarios.
"La adicción a la nicotina que padece Cerati fue una bomba de tiempo que detonó en el accidente cerebrovascular", aseguró Guadalupe Ponciano, titular de la Clínica contra el Tabaquismo de la UNAM a la página de internet impre.com. Agregó: "Es un fumador de consumo severo; introducía a su organismo alrededor de 40 miligramos diarios de nicotina, los cuales generan severos daños vasculares que al final pueden causar incluso infartos".
El caso de Michaels es similar. En su momento de mayor éxito con Poison (que coincide con la gira Flesh and Blod de 1989-1990), Bret entra en conflicto con el guitarrista C. C. DeVille.
En el DVD Hard & Heavy: Confidential with Bret Michaels (Duro y pesado: Confidencias con Bret Michaels) acepta que sus respectivas adicciones a las drogas detonaron un conflicto que los llevó a la separación. Además, Michaels tuvo un historial de accidentes: estuvo a punto de morir por un choque automovilístico, es paciente asiduo de clínicas de rehabilitación y, semanas antes de su derrame cerebral, sufrió un fuerte golpe en la cabeza en un concierto.
Otro rockero argentino, Gabriel Ruiz Díaz, integrante de Catupecu Machu, sufrió en 2006 un accidente automovilístico en el que casi muere.
Su hermano y líder de la banda, Fernando Ruiz, hizo una comparación en una entrevista publicada por enremolinos.com: "Tanto Gabriel como Gustavo era gente adicta a la vida, que le gusta la intensidad de las cosas y la música. Llevamos una vida que es como una montaña rusa emocional. Vivimos situaciones bravas, de estar en cuatro o cinco aviones por semana. A Gustavo le pasó al bajar de tocar. Las emociones que vives y lo que te pasa físicamente en el escenario es tan intenso, que a mí me sorprende muchísimo que un cuerpo aguante tanto".
Bono y Charly
Era un simple calentamiento muscular. Pero la espalda de Bono, que recién había cumplido 50 años, no soportó. Tuvo que ser operado de urgencia en un hospital de Munich. A manera de broma, su compañero en U2, The Edge, subió un video en youtube donde decía: "Creo que son las vacaciones más largas que ha tenido Bono en diez años", en referencia a sus dos meses de rehabilitación.
En realidad es cierto. A veces con gira de U2 y otras con su activismo político, Bono se encuentra en ese ritmo de vida del que habla Fernando Ruiz de Catupecu Machu: cuatro o cinco aviones por semana. El propio Bono señaló luego de la operación: "Los daños a mi espalda hubieran sido permanentes si no me hubiera tratado en ese momento o si el doctor no hubiera decidido hacer la cirugía". Para fortuna de sus fans, el vocalista de U2 se recuperó muy pronto y volvió a los escenarios para comenzar la gira mundial "360 grados".
Otro caso de feliz recuperación es Charly Garcia. La noche del 18 de junio de 2008, García estaba hospedado en un hotel de Mendoza. De pronto, tuvo un arranque de ira y comenzó a pelear con los empleados. El asunto fue llevado a tribunales donde la juez María Rosa Bossio, lo obligó a rehabilitarse.
El cantante "Palito" Ortega tomó a Charly bajo su tutela. "Va a vivir con nosotros, comerá en nuestra mesa y grabará en mi estudio", dijo Ortega a su familia el día que llegó al rancho. "Vos estás loco", gritó su hijo Sebastián. Pero al final lo aceptaron. García reapareció un año después con disco nuevo y gira.
La prensa comenzó a preguntarle por ese pasado tormentoso. Él respondió con una serenidad hasta entonces desconocida: "Llega un momento en que tenés que ir a rehabilitarte. Ya pasé eso. Si no ponía fuerza, me chupaba la oruga. Hay que tener mucha humildad para aceptar que te ordenen cosas o que te ataquen. En la clínica, básicamente, vegetaba, no hacía nada. A veces hacen más daño las drogas legales que las ilegales".
Luego citó a Calamaro: "Está bien, como decía Andrés, fumarse un porrito y tomarse un whisky, pero ya lo hice. ¡Bah! No me avergüenzo, pero ya pasó". O como dice Fernando Ruiz: "Hay un costo que hay que pagar, una puerta cerrada que siempre quieres abrir, así es la vida del tipo que se dedica al rock".
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