Descubren observatorio astronómico prehispánico en Nayarit

- Feb 4, 2014

Ciudad de México.- Con el descubrimiento en Nayarit, de un observatorio astronómico vinculado con el culto solar en el sitio arqueológico Cerro de Coamiles en Tuxpan, se ha logrado definir la importancia que tuvo para los antiguos habitantes del septentrión costero mesoamericano el registro de los equinoccios.

Dicho observatorio, localizado en uno de los centros rectores de la cultura Aztatlán, forma parte de un complejo arquitectónico de uso ritual que se construyó en función del registro del paso cenital del Sol por el lugar en los equinoccios, informó el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) .

Las investigaciones respecto a este descubrimiento representan un significativo avance en la comprensión de la connotación simbólica de la arquitectura ceremonial Aztatlán, vinculada con el calendario solar y el ciclo ritual anual. Mauricio Garduño Ambriz, especialista adscrito al Centro INAH Nayarit, comentó que la investigación en el Cerro de Coamiles, que comenzó en 2005 y continúa hasta la fecha, se ha concentrado en las plataformas superiores ubicadas sobre la ladera suroeste del cerro.

'Se trata de un sistema escalonado de terraplenes de grandes dimensiones, donde se encuentran los principales conjuntos arquitectónicos de carácter ceremonial', explicó.

'Los sondeos realizados en la Plataforma 5 o Acrópolis Norte', abundó, 'sugieren que este emplazamiento fue edificado en el transcurso del Postclásico Temprano, entre el 900 y 1100 d.C, y que permaneció en uso por lo menos hasta mediados del siglo XIV'.

El también arqueólogo apuntó que los antiguos habitantes modificaron culturalmente la cima del cerro, recortando los afloramientos naturales para formar un bloque vertical a manera de estela que funcionó como marcador solar de uso calendárico.

'El disco solar aparece exactamente en ese punto, teniendo como punto de observación el montículo principal de la Acrópolis Norte, siguiendo una línea visual de poniente a oriente'. 'Es decir, en el caso de la Acrópolis Norte de Coamiles la planificación arquitectónica se diseñó en función de la observación y registro de la aparición del disco solar por el horizonte oriental en los equinoccios, lo que sacralizaba el lugar desde una perspectiva espacio-temporal', precisó.

La importancia simbólica que el registro de los equinoccios representó para las sociedades asentadas en la zona nuclear costera Aztatlán, dijo, también se ve confirmada por la frecuente representación, en esculturas cerámicas y en escenas pintadas en vasijas de uso ritual, de Xipe-Tótec, dios solar vinculado al equinoccio de primavera. Asimismo, Garduño Ambriz señaló que dentro de la tradición religiosa mesoamericana las montañas o pirámides escalonadas eran conceptualizadas como templos solares, en alegoría a los pasos o escalones por los que ascendía y descendía el Sol en su tránsito diurno por la bóveda celeste.

El simbolismo de la escalera del Sol y de los templos escalonados asociados, mencionó, como lo han demostrado los etnólogos se mantiene plenamente vigente dentro de la religión y prácticas rituales de los grupos indígenas contemporáneos del Gran Nayarit.

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