Tepic.- Llego al hospital Puerta de Hierro a valorar una paciente y va llegando una señora con su pequeña bebé en brazos, flácida totalmente, inconsciente, en paro cardio-respiratorio, con cianosis generalizada, prácticamente sin vida, con su cuerpecito y ropa empapado de agua y vómito.
Al ir gateando e inclinarse la bebé quedó sumergida en una cubeta con agua, con su cabeza en el fondo de la misma.
Dice la señora que pasaron 10 minutos de que la sacó de la cubeta a que llegó al hospital. La madre gritando desesperada ¡Ayúdenme, ayúdenme, salven a mi bebé, mi bebé se muere!
La acostamos en la camilla de choque pediátrico e iniciamos reanimación cardio-pulmonar; sale del paro y conforme avanzan los minutos, la pacientita se recupera progresivamente hacia la mejoría y al parecer sin daño neurológico.
Una gran satisfacción para mi persona y para todo el excelente personal médico y de enfermería de Puerta de Hierro.
Gracias a Dios por darnos el talento, la pasión y la habilidad para atender pacientes tan graves y con resultados tan satisfactorios.
No conozco a la bebé ni a los familiares, ni ellos me conocen a mí, pero me quedó con una satisfacción enorme de haber hecho lo correcto en el momento correcto, para salvaguardar la vida de esa pequeñita.
Los tiempos de Dios son perfectos.
Dr. Abraham Antonino Herrera Ramos.
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