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Justifica el alcalde José Gómez que las nuevas instalaciones de la presidencia presentan problemas jurídicos y físicos que hacen inoperante la administración municipal en ese edificio.
El IX Ayuntamiento de Bahía de Banderas tomó en días pasados la determinación de regresar a la presidencia municipal antigua ubicada en Valle de Banderas, por la calle Morelos, donde desde el 30 de julio y de manera paulatina el gobierno que encabeza José Gómez Pérez ofrece los servicios y trámites que la población requiere por diversos motivos.
El alcalde argumentó que esta decisión es tomada en apego al bienestar común, ya que desde la llegada de esta administración se venía analizando esta posibilidad de abandonar el inmueble de la nueva presidencia municipal, ya que se han detectado diversas irregularidades en materia jurídica así como en lo material y físico del inmueble.
“Esta es una determinación que se venía analizando desde un principio con llegada de nuestra administración, pero las cosas se tienen que hacer de manera inteligente bajo un proyecto con planeación y organización, con el fin de que no se convierta en un desorden a final de cuentas. Por eso hoy, después de un consenso con el área jurídica, hemos determinado regresar a despachar a la antigua presidencia en Valle de Banderas”, confirmó ante la presencia de medios de comunicación.
Indicó que la justicia y el derecho, como pilares fundamentales para la democracia social, son parte de las premisas utilizadas para determinar esta acción, ya que este IX Ayuntamiento no concebía estar pagando un servicio que no se está recibiendo. “No podemos estar pagando algo costoso que tiene deficiencias en construcción y otros detalles legales”, manifestó al pronunciar que seguirán muy de cerca el juicio que actualmente envuelve a la nueva presidencia municipal.
Concluyó que también se encuentran haciendo lo propio para que la antigua presidencia en Valle de Banderas sea reconocida como recinto donde pueda sesionar el cabildo bahíabanderense, todo bajo un respaldo financiero, de tesorería, fiscal y jurídico, con el fin de que se haga la entrega bajo notario público y ante los juzgados, así como ante la empresa constructora de la nueva presidencia; siempre apegados a derecho.
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