Layín nunca fue un hombre rico, pero ahora dilapida el dinero

- Ene 1, 2017

* No hace mucho defraudaba con cheques sin fondos y lo demandaban por falta de alimentos a sus hijos * Hoy ha mantenido una campaña política basada en derrochar billetes y contratar millonarios espectáculos

Creo que no cabe duda que el Gamboa ha sido un crítico del personaje llamado Layín, cuyo nombre es Hilario Ramírez Villanueva.

En su reciente fiesta de cumpleaños, realizado en Huaristemba, tierra en que los hombres se quitan el bigote para dormir, en la que participaron artistas de primer nivel como Julión Álvarez, Maribel Guardia y otros de igual ralea, el Instituto Electoral de Nayarit recibió una denuncia por “actos anticipados de campaña”. Mandó personal.

Por ello, personal de la dependencia electoral acudió a dar constancia de los hechos. Pero se toparon con la actitud intolerante del profesor Filiberto Delgado Sandoval, operador de muchos años de Ney González, pero que ahora se desempeña como gato de angora de Layín.

El Profe Fili aventó a una señora del personal del Instituto electoral, contrariado por lo que consideró no era “un acto anticipado de campaña”, lo que hasta el insigne Macaco sabe que eso es simplemente: Campaña política.

Filiberto Delgado demostró la prepotencia que trae el grupo de Layín, quienes, alentados desde el poder estatal, creen que puede violar la ley con alegría digna de un acto circense. Un cobarde ni más ni menos.

Pero no es raro que eso pase. Layín y sus gatos, como el profe Filiberto, son recurrentes violadores de la ley. Que Empuje a una digna señora del IEEN es lo de menos. Hagamos un pequeño recuento.

A Layín, que más que un apodo ahora es parte de la picaresca nayarita, lo conozco desde hace muchos años, antes de que tuviera aspiraciones políticas y sólo era un simple fraudeador, que regaba generosamente cheques entre los mangueros que en mala hora hacían negocios con el pillo, pues tales cheques eran del mismo material con que se fabrican las pelotas de basquetbol.

Su hermano Filiberto estuvo detenido por comprar artículos robados en asaltos carreteros a tractocamiones. Layín por portar armas de fuego. Lo que digo con todo el conocimiento de causa y con el peso específico de mis palabras, sabedor de las implicaciones legales que puede tener decirle la verdad.

Pero mucho de lo que digo de Layín es anecdótico. Al parecer, para un grupo importante de la población es “gracia”, motivo de festejo, que un patán diga que robó poquito. Se festeja que levante la falda a una damita en público, más allá si ella estaba de acuerdo o no.

Que aviente dinero y realice fiestas fastuosas a cada rato, con grupos y cantantes que cobran millones de pesos. Tigres del Norte, banda El Recodo, Julión, Maribel Guardia, etc. Eso es lo de menos. Gasta millones en eso. En el regalar botellas de tequila y cerveza. Carros y motos, como sucedió en Rubí, la quinceañera que gracias a las redes sociales ahora es famosa. En ello basa su estrategia política. En confiar que el pueblo es tan idiota que aceptará lo que sea, a cambio de ruidito, traguito, taquito…

Quienes lo conocemos de años sabemos que nunca ha sido un hombre rico, pudiente. Prueba de ello es que su ex esposa (Aclaro que no sé si lo siga siendo) Dora Verde, lo demandó para exigir pago de alimentos, pues el zafio no mantenía a su familia. En autos de los tribunales respectivos queda la constancia de su mendiguez. Ahora presume de riqueza y de que regala autos y dinero de su “fortuna”. Ese es su problema, de Hacienda, de la SEIDO y de instancias correspondientes.

Parte de lo que ahora es Layín tiene que ver con apropiarse de infinidad de terrenos del fundo municipal de San Blas. De obtener la concesión de las tierras ganadas al mar en San Blas, que ahora usufructúa por decenas de años y que valen millones de dólares. Con prestanombres obviamente. Es por decirlo elegantemente, un robo al pueblo de San Blas. Ah, tiene cómplices que agarraron su pedazo de pastel. Impunidad total.

Ahora el burro quiere gobernarnos. No dudo y lo logre. El mundo ha cambiado de manera inesperada. Cualquier bufón con discurso populista gana elecciones. ¿Y qué mayor populismo puede haber que regalar dinero? Pero la columna se refiere a Layín y errores de estrategia. Me explico.

Layín basó su campaña en dilapidar dinero, En gastar millones. Quizá no consideraron que a partir de enero, todo gasto se va a fiscalizar y si rebasa los topes de campaña, será inhabilitado como candidato. Por ello, las legiones de pediches que trae tras él, tendrán una sequía de cinco meses, so pena de ser sancionados. Se acabaron las fiestas, los grupos famosos, la entrega de billetes de a 20 y toda la parafernalia en la que el hombre más peludo de Huaristemba fincó su campaña.

Creo que está frito en siete mantecas. No llegará a las boletas electorales.

Es mi humilde opinión. No me hagan mucho caso puesto que soy rete pendejo para el análisis político. Pero es mi opinión. Saludos y feliz año nuevo.

El autor de este artículo Héctor Gamboa Soto, posa junto Hilario Ramírez Layín.
Gamboa es escritor, columnista y analista político de Nayarit y uno de los prinicipales críticos del polémico alcalde de San Blas

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