Mexcaltitán.- Alberta Echavarín Villa, pescadora de la Isla de Mexcaltitán del municipio de Santiago Ixcuintla, ideó la forma de aprovechar el lirio acuático, que se ha convertido en un problema en los esteros y riberas de ríos en la entidad, impidiendo la pesca, y lo convirtió en fibras para desarrollar artesanías.
Lámparas, tortilleros, sombreros, bolsas, sandalias, abanicos y otros objetos son creados a partir de las hojas y raíces de la planta parásito, que al ser procesada con químicos deshidratantes y ayuda del sol, ofrece una fibra capaz de ser trenzada o recortada para crear adornos.
Alberto junto con su esposo Daniel Moreno, son pescadores y prestadores de servicios turísticos en la Isla de Mexcaltitán, encontraron que hay temporadas en las que sus capturas eran menores; ella decidió investigar por su cuenta la causa y encontró que la “reina” como le llaman a la planta, mata a peces y camarones.
“Ésta investigación la hice hace dos años y medio para llegar a esta finalidad donde descubrí muchas cosas el por qué hay temporadas donde no hay pescado y camarón, simplemente porque al pudrirse la planta, libera dióxido de carbono, y se muere el camarón y el pescado” asintió.
La pareja oriunda de Nayarit, vivió hasta hace 3 años, en Ciudad Juárez, Chihuahua, pero por dada la inseguridad en ese estado, volvieron a Mexcaltitán, donde se dedican a pescar y ahora a enseñar este arte del procesamiento y tejido del lirio.
“Llegamos y de algo teníamos que vivir, nos pusimos a pescar pero luego veíamos la plantita flotando en las aguas dulces, esta plantita es invasiva y dañina para la pesca, de hecho nosotros pescamos en Mexcaltitán, lo que hacemos es desasolvar estéros, sacamos lo que daña y lo transformamos en artesanías” explicó.
Alberta dijo su intención era eliminar a esta plaga, pero que al cuestionarse sobre la utilización de otras plantas, en adornos, como la naturaleza muerta, pensó que el lirio podría también ser transformado.
La finalidad de este trabajo, declaró Alberta, no es solamente la de crear objetos como bolsas, lámparas o sandalias, sino la de apoyar al medio ambiente.
“Investigué y lo más viable es que este tipo de proyectos se lleven a cabo donde tengan problemas con el lirio, además aquí nos sirve para ayudar al medio ambiente, estamos en la reserva de Marismas nacionales y así les ayudamos a los manglares a que no se destruyan por culpa del lirio” resaltó.
La pescadora, que ahora se dedica a dar clases a otras mujeres sobre esta técnica, y a crear proyectos productivos relacionados con el tema, dio a conocer el proceso de transformación que ha logrado.
“Cortamos la planta y lo tenemos que meter en tratamiento de agua, en la que echamos un tipo de químico que hace que se deshidrate rápidamente, son cuatro días de secado y planchado, luego las teñimos y finalmente las planchamos para poder tejerla; luego se imagina uno lo que quiere, tortilleros, servitoallas, huaraches, sombreros, jaboneras, abanicos, bolsas” afirmó.
Estas manufacturas han tenido éxito entre los turistas locales y foráneos que visitan la isla, que es uno de los lugares más atractivos del municipio de Santiago Ixcuintla, ya que existe la creencia de que pudo ser este sitio donde se ubicara el Aztlán, lugar de origen de los mexicas.
“Nos ha ido bien, le ha gustado mucho al turismo, nos visita gente de Estado Unidos, y se las llevan; mi esposo es mi intérprete, él es el que me traduce, maneja una lancha de turismo, también se dedica a la pesca y me ayuda a cortar la planta, a tejer y a hacer las artesanías” indicó.
Las personas que han aprendido este trabajo, junto con Alberta, han conformado un grupo de artesanos que se unieron al proyecto Casa Santiago, que es una promotora artesanal, de reciente creación, del ayuntamiento de Santiago Ixcuintla, que pretende comercializar su material en el estado y fuera de él.
Con estos trabajo, afirmó la pescadora, muchas familias podrían sostenerse, ofrecer cosas diferentes a las artesanías tradicionales de la localidad, hechas con conchas de mar, y ayudar al ambiente.
El lirio acuático ( Eichhornia Crassipes) originario de Sudamérica, fue diseminado con la finalidad de utilizar sus propiedades para limpiar aguas de químicos y metales pesados, y en algunos sitios como planta de ornato, sin embargo, se ha convertido en un parásito por la falta de control.
Es en verano y otoño cuando estas plantas crecen sin control, creando colchones de más de 60 centímetros de espesor y sus raíces llegan a medir hasta un metro de largo.
Entorpece la navegación, impide el paso de la luz al fondo de las aguas, lo que provoca que peces y plantas no se desarrollen.
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